Violeta se apresuró hacia el comedor, donde encontró a María y sus hermanos discutiendo animadamente sobre qué desayunar. Elian quería cereales, Víctor prefería pan tostado, y María trataba de mantener la paz entre ellos.

"¡Buenos días, chicos!", saludó Violeta, tratando de calmar la situación. "¿Qué tal si hoy probamos algo diferente para desayunar?"

Los ojos de los niños se iluminaron con emoción ante la sugerencia de su hermana mayor. Después de un desayuno rápido pero delicioso, Violeta se despidió de María y sus hermanos y salió apresurada hacia su primer día de clases en la universidad.

El campus universitario estaba lleno de vida y energía, con estudiantes de todas partes, algunos corriendo hacia sus clases y otros relajándose en los jardines. Violeta se sintió un poco abrumada por la cantidad de gente, pero también emocionada por comenzar esta nueva etapa en su vida.

Encontró su aula y se sentó en un lugar cerca de la ventana, observando el bullicio a su alrededor. Pronto, el profesor llegó y comenzó la clase. Violeta se sumergió en las materias y se esforzó por prestar atención, ansiosa por aprender y crecer académicamente.

Al final del día, Violeta regresó a casa, exhausta pero feliz por haber completado su primer día de clases con éxito. Se sentía optimista sobre su futuro y ansiosa por enfrentar los desafíos que vendrían en su camino. Con una sonrisa en el rostro, se preparó para descansar y enfrentar un nuevo día lleno de posibilidades.

vamos a enamorarnosWhere stories live. Discover now