vamos a enamorarnos

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Violeta escuchó con atención la propuesta de Abril sobre la pelea clandestina que tendría lugar esa noche, con la participación de Sharon y Luke, dos nombres que parecían resonar en toda la universidad. La emoción en la voz de Abril era evidente, y su entusiasmo por el evento era contagiante. Sin embargo, Violeta se mantuvo pensativa y reflexiva ante la idea de asistir.

Después de agradecer a Abril por la invitación, Violeta le expresó sus dudas y preocupaciones. Aunque la idea de presenciar una pelea tan esperada y emocionante le resultaba intrigante, su compromiso con el trabajo y sus responsabilidades familiares pesaban en su mente. La perspectiva de asistir a un evento clandestino y potencialmente peligroso no encajaba del todo con su ética y sus valores.

Abril, notando la indecisión de Violeta, le aseguró que sería una experiencia única y emocionante, llena de adrenalina y emoción. Le describió a Sharon como una leyenda en el mundo de las peleas clandestinas, admirada por su habilidad y carisma. Por otro lado, Luke era un oponente formidable que prometía dar un espectáculo memorable.

Violeta agradeció a Abril por la información y la invitación, prometiendo considerar la posibilidad de asistir después de evaluar sus compromisos y responsabilidades. La idea de presenciar un evento tan impactante y lleno de pasión despertaba su curiosidad y su espíritu aventurero, pero también sabía que debía ser consciente de las consecuencias de sus decisiones.

Mientras seguía conversando con Abril y disfrutaba de su compañía, Violeta se debatía en su interior entre el deseo de explorar nuevas experiencias y la necesidad de mantenerse fiel a sus principios y obligaciones. El dilema entre la emoción del momento y la responsabilidad hacia su familia y su trabajo la llevaría a reflexionar profundamente sobre sus prioridades y su camino a seguir.