Violeta recogió los platos y se encaminó hacia la cocina, pero su rumbo se desvió al ver varias cartas sobre la mesada. Una de ellas destacaba por su título: "Deuda de hipoteca". La sorpresa invadió a Violeta al leer el contenido de las cartas, todas advirtiendo sobre las deudas que debían ser saldadas, de lo contrario, la casa estaría en riesgo de ser embargada.

Con una mano en la boca, Violeta llamó a María, quien se acercó preocupada por la expresión de asombro de su hija. Violeta, con voz temblorosa, preguntó desde cuándo tenían esas deudas y por qué no se lo había dicho. María, con tristeza en los ojos, admitió que había tratado de proteger a Violeta de esa carga, evitando causarle preocupaciones. Explicó que ya no alcanzaban con las horas extras de trabajo para cubrir las deudas, pero confiaba en encontrar una solución.

Sin embargo, Violeta no pudo contener su determinación y preocupación. Afirmó que conseguiría un trabajo para ayudar a pagar las deudas, mostrando su compromiso con la situación familiar. A pesar de las protestas de María, quien insistía en que no era necesario que ella se sacrificara de esa manera, Violeta se mantuvo firme en su decisión.

Con determinación en su mirada, Violeta le aseguró a su madre que encontraría un empleo y contribuiría a mantener a la familia a flote. A pesar de la incertidumbre y el desafío que se presentaba, Violeta estaba decidida a hacer todo lo posible para proteger el hogar y a sus seres queridos. Juntos, enfrentarían los desafíos y encontrarían una solución para salir adelante, fortaleciendo aún más los lazos familiares en medio de la adversidad.

vamos a enamorarnosWhere stories live. Discover now