Capítulo Tres

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Entre los dos jóvenes, la atmósfera se había cargado de una tensión palpable después del masaje que Kaworu había dado a Shinji. Cada roce entre ellos había encendido una chispa de deseo y anhelo que ninguno de los dos podía ya ignorar a esas alturas.

Con movimientos casi automáticos, Shinji y Kaworu se dirigieron hacia la misma habitación, atraídos por una fuerza magnética que los empujaba hacia el otro. El corazón de Shinji latía con fuerza en su pecho mientras Kaworu lo seguía detrás, con cada paso acercándose más al joven que ocupaba sus pensamientos.

Al entrar en la habitación, el aire parecía cargado de electricidad, la anticipación flotaba entre ellos como una suave brisa. Sin necesidad de palabras, se dirigieron hacia la cama, compartiendo un silencio cómodo pero lleno de significado.

Poco después, Pen Pen llegó a la habitación, y con un suave graznido se acurrucó en su cama individual. Con su presencia reconfortante, ayudó bastante a que el ambiente se llenara de una sensación de paz y tranquilidad.

—Buenas noches, amigo... —Shinji se inclinó para despedirse de su mascota. Como cada noche, depositaba un beso en su pequeño rostro y lo abrazaba con dulzura. Kaworu sonreía al verlos tan cariñosos. A sus ojos no había nada más adorable que esa combinación.

Luego de cambiar su ropa, y acomodarse tranquilamente sobre la cama, Kaworu apagó todas las luces, y la habitación quedó sumida en una penumbra impregnada de complicidad. Sólo entonces, los brazos de Kaworu envolvieron a Shinji como casi todas las noches. Sin embargo, esa vez fue distinto. Entre las sábanas, la tensión romántica alcanzó su punto álgido, y Shinji, cediendo a una atracción irrefrenable, se permitió acercarse un poco más a Kaworu. 

Debido a que no podía verlo con mucha claridad, Shinji tomó suavemente las mejillas de Kaworu con sus manos, sosteniendo su rostro con amor. Sus pequeñas manos comenzaron a recorrer también su cabello plateado y abundante, en un relajante masaje, a la vez que Kaworu posaba sus manos en esa delicada cintura.

El joven Nagisa, seductor y consciente del deseo palpable en el aire, no pudo resistir la tentación de poseer los labios de Shinji. Con una suavidad apasionada, sus bocas se encontraron en la oscuridad, dando inicio instantáneamente a una nueva fase en su relación. El contacto, inicialmente tímido pero cargado de anhelos contenidos, se convirtió en un torbellino de emociones que ambos jóvenes habían reprimido por demasiado tiempo.

Kaworu, con manos firmes pero gentiles, acarició el rostro de Shinji, mientras este se abandonaba al torbellino de emociones. Sumido en la experiencia de aquel beso, dejó que la atracción desatada entre ellos guiara sus acciones. Sus brazos se aferraron instintivamente al cuello de Kaworu, buscando contención y confirmación en la intensidad del momento. La tensión romántica que había flotado en el aire desde el día en que había llegado, se materializaba ahora en un beso cada vez más ardiente y desgarrador.

Nagisa, como no, hábil en la danza de los labios, exploró cada rincón de la boca de Shinji. Con una mano sosteniendo todavía su cintura, y deslizando la otra con suavidad por su espalda. La resistencia que una vez había existido se disolvía en aquel beso, el cual se volvía un acto de entrega mutua total.

Bajo las sábanas que envolvían sus cuerpos ansiosos, se oían tenuemente los suspiros compartidos y gemidos sofocados. Las barreras de la amistad habían quedado totalmente desplomadas, y ya sólo existentes en ridículas palabras.

Cuando finalmente se separaron, Shinji, con la respiración agitada y los ojos brillantes, miró a Kaworu con una mezcla de sorpresa y deseo. Kaworu, con una sonrisa sugerente, acarició suavemente la mejilla de Shinji.

El vendedor De cerillas-Segunda Parte [KawoShin Xmas]Where stories live. Discover now