Capítulo 6 - Un cadáver del postre

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— ¡Cómo se atreve a insinuar semejante cosa! —reprochó Patchouli indignada.


— No estoy insinuando nada, lo estoy afirmando.


La receta que acababa de leer me había ofrecido tantos datos que incluso había sido capaz de deducir por pura diversión que en la mansión había 48 sirvientas además de Sakuya Izayoi y las otras cuatro residentes. Era fácil averiguarlo si se tenía en cuenta lo que había dicho Patchouli hacía poco y que la receta era para 150 personas. Los cálculos eran muy sencillos. En cuanto a la razón por la que sabía que la maga había probado el pudin, su explicación era aún más obvia.


— Al principio me pareció anecdótico el hecho de que el libro oliese a canela; pero tras leer la receta y comprobar que el pudin llevaba este mismo ingrediente no me cupo la menor duda de que comiste el pudin mientras sujetabas el libro, lo que explicaría que las páginas del recetario estuviesen tan manchadas.


La indignación se convirtió en avergonzamiento. Ahora que no podía escapar de la verdad, tendría que confesar todo lo que ocurrió cuando recibió el pudin.


— Puede que sí probase un poco... Quizás comí algo más que un poco... —el arrepentimiento desapareció abruptamente y su voz se tornó más segura—. Pero todo entraba dentro de las verificaciones de calidad del proyecto. Era rigurosamente necesario si queríamos comprobar que la elaboración había sido un éxito.


— Ya veo... ¿Y en qué consistían esas pruebas? —cuando hice la pregunta, un fugaz rubor cruzó la faz de la bibliotecaria.


— Una ligera cata del producto. La mínima prueba me bastó para identificar las proporciones de la composición.


— ¿Y no hizo nada más?


— Nada más.


Suspiré, hay personas que insisten en seguir mintiendo aún cuando se les ha arrinconado.


— No me lo creo. Si fuese así, la página apenas tendría manchones, y no es el caso. ¿No será que primero realizó la cata del pudin y, al ver lo rico que estaba, volvió a comer pero esa vez en una cantidad mayor? —el sonrojo de Patchouli confirmó mi hipótesis.


— ¡Un momento! No es posible que Patchy haya comido del pudin —replicó Meiling—. Cuando Flandre y yo lo recogimos estaba completamente intacto. ¡No había ninguna muesca en todo el pudin!


La refutación de la guardiana me pilló de sorpresa. No había pensado en ese detalle; sin embargo, la misma Patchouli había confesado que al menos hizo una pequeña cata. Eso quería decir que seguro que había debido de comer de alguna forma el pudin, se había delatado ella sola. Pero... ¿Cómo lo hizo? No se me ocurría ninguna explicación lógica salvo que usase alguna herramienta, pero no había nada parecido en el escritorio que pudiera haberse usado para desempeñar dicha tarea. Entonces recordé un comentario que se había dicho esta noche.


- En realidad sí hizo muescas en el pudin, cuántas hizo no lo sé y desgraciadamente no hay pruebas que verifiquen cuánto llegó a comer, porque el método que usó para ocultar su travesura borró todas las pruebas, pues usó la misma magia que empleó para conseguir que el pudin se sostuviera en pie sin que se derrumbase por su propio peso. Os explicaré cómo lo hizo.

Hatate Holmes y el caso del pudin zampadoWhere stories live. Discover now