El Cerezo De Akatsuki

Haku

Todos los Akatsuki estaban reunidos en la sala de reuniones, incluida Sakura quién se había ganado un espacio en Akatsuki y el frío e inaccesible, pero no para ella, corazón de sus compañeros.

- Según la información de los pergaminos que recogieron Sakura y Tobi en su última misión, el Bijuu Primogénito no puede ser invocado sin cumplir ciertos requisitos... Pero tú lo tienes en tu interior. Eso facilita las cosas para nosotros.

- Entiendo que lo tengamos de nuestro lado pero... ¿Por qué nos las facilita? -preguntó Hidan.

- Al tenerlo de nuestro lado y al tener estos pergaminos podemos ver cual es la información que tienen los Kages sobre este mito.

- Ya veo... Pero entonces no tenemos la necesidad de capturar a los otros Bijuu.

- Exacto.

- Bien pensado.

- Pero hay un pequeño problema. Saber si va a estar dispuesto a trabajar con nosotros.

- ¿Por qué no se lo preguntáis? -dijo como si fuera algo muy normal Sakura-. Haku es muy amable, seguro que querrá hablar con ustedes.

- Pero... El problema es como se lo preguntamos -dijo Kakuzu.

- La única forma conocida de hablar con un Bijuu es... dejándole a él y a su Jinchuriki al borde de la muerte -dijo Konan con un poco de temor por la respuesta del tiburón.

- Pero nadie va a tocar a mi pequeña, además de que al ser el Bijuu primogénito es más difícil invocarle -dijo Kisame de forma protectora.

- ¿Entonces que sugieres? -le preguntó Kakuzu.

- Hablar con él -dijo Tobi amigablemente.

Mientras que algunos Akatsuki le reprochaban a Tobi por pensar algo tan infantil. Pain, Itachi y Kakuzu permanecían en silencio contemplando como algunos de ellos linchaban a su compañero. Sakura no estaba presente en esa reunión, estaba hablando con su amigo Haku.

- Nee, Haku... ¿Podrías hablar con ellos? Quiero decir, quieren tu ayuda y al menos me gustaría que los escuchases -le preguntó con ojos de cachorro a Haku.

Él bufó con molestia por eso. A él no le importaba pero no le gustaba que alguien mandará sobre él. Además de que sería una molestia que solo quisieran a la pequeña por su poder.

- Hablare con ellos -dijo.

Inmediatamente, en el rostro de Sakura se formó una agradable sonrisa. Le cedió el control sobre su cuerpo.

- ¡Silencio! -le ordenó Haku al escuchar que aún seguían discutiendo como hablar con él.

Sakura se sentó en su silla con las piernas cruzadas y los brazos también cruzados, daba una sensación de madures en ella... Pero su pequeño cuerpo solo hacia que ella se viera linda y poco más.

- ¿Eres Haku? -preguntó Kisame.

- No, soy tu abuela -dijo con sarcasmo-. ¡Pues claro que soy yo! ¿Qué queréis de mí? Sakura me ha pedido que os escuche y pues aquí estoy.

- Verás nos-

- Antes de que sigas -dijo cortando a Pain-. Puedo sentir las emociones de los humanos. Si siento que queréis a Sakura solo para esto, inmediatamente destruiré este sitio.

- Esta bien.

- Justo ahora siento unos sentimientos muy... raros -dijo mirando al jashinista.

- ¡Es emoción! ¡Enséñame lo que sabes sobre torturar Haku-sama!