El Cerezo De Akatsuki

Itachi, ¿qué has hecho?

Sakura iba paseando tranquilamente por el bosque, relajándose después de los entrenamientos. Estaba casi atardeciendo. Había un lago cerca así que se acercó a mirar. Esa aldea le recordaba a su primera misión cuando miraba el lago. Notó un chakra conocido para ella. Allí estaba Itachi, sentado viendo el agua.

- ¿Qué haces aquí? -le preguntó Itachi.

- He venido a relajarme. ¿Y tú? ¿Recordando el pasado?

Sakura sabía lo que pensaba cada uno de los Akatsuki con solo mirarlos. Sus ojos eran capaces de atravesar hasta la máscara más creíble.

- Sí. ¿Quieres saber?

Aunque los ojos de Itachi no eran como los de Sakura, la pequeña a veces era como un libro abierto. Eso y que miraba a Itachi con intriga.

Ella solo asintió y se sentó junto a él.

- Antes de que me uniera a Akatsuki, yo era un ninja de Konoha. En el fondo, muy para el fondo, yo protegía Konoha. Evitaba que Akatsuki pusiera en su mira esa aldea porque mi familia, el Clan Uchiha, habitaba allí. En especial mi hermano menor, Uchiha Sasuke -por un momento se pudo percibir en sus ojos el dolor acumulado con los años.

- ¿Echas en falta a tu hermano?

- Sí. Pero el me odia. Antes de que tú formaras parte de Akatsuki, mate a mi propio clan. Ellos planeaban un golpe de Estado. Formaba parte de los Anbu de Konoha y el plan de los Uchiha, quiénes eran liderados por mi padre, Uchiha Fugaku. Era doble agente, para los Uchiha y para los Anbu... Los Altos Cargos de Konoha me ordenaron que matara a el Clan Uchiha. Fue una dificil decisión... Pero los maté.

Sus propias palabras habían hecho que una gota de lágrimas cayera por sus ojos ónix y un mar de lágrimas por el rostro de la peli-rosa.

- Sige por favor. No te detengas por mí -le pidió Sakura.

- La condición que puse fue que mi hermano siguiera con vida ya que no sabía nada acerca de eso. Como resultado, maté a la mujer que amaba, perdí a mi mejor amigo delante de mí, maté a mis padres, a mi clan y rompí a Sasuke. Seguramente sea un cubito de hielo como su hermano.

- ¿Cómo te sientes?

- Un poco mejor después de contarte esto. Después de matar a mi clan, no quise seguir Konoha. Amaba mi aldea pero no quería vivir en la misma aldea que mi hermano. Mi corazón no podría soportar que me odiase. Tome la decisión de aceptar unirme a Akatsuki. Todo esto ocurrió un año antes de que tú te unieras.

- ¿Me consideras un reemplazo de tu hermano menor? -preguntó con temor a la respuesta.

- No -dijo aliviando a la peli-rosa-. Escucha bien porque quizás no vuelva a repetirlo nunca más. Para mí no eres el reemplazo de mi hermano menor, eres otra hermana menor. Te quiero, aunque me hayas pisoteado el orgullo, aunque casi me envenenas con aquel huevo frito.

- ¡Ya te pedí perdón!

- Son fáciles de hacer y los quemaste.

- Fue porque me distraje por culpa de Tobi.

- Sí, sí. El caso es que eres importante para mí. Una luz que me salva del odio... Ojalá pueda verte crecer y convertirte en una gran mujer. No eres mi hermana por sangre, pero en nuestra familia, nadie tenemos la misma sangre.

- Itachi... Me estas haciendo llorar mucho...

- Lo siento... -dijo dejando caer sus lágrimas.

Itachi cogió a la niña y enterró su rostro en su cuello. Le estaba abrazando con cariño. Él lo necesitaba y Sakura estaba dispuesta a curar sus heridas. Pasaron en esa posición varios minutos.