50: Equivocaciones

132K 10.4K 2.8K
                                    

Quería matar tanto a Debie

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Quería matar tanto a Debie. Mientras apretaba el vaso rojo en mi mano pensaba en las muchas maneras en que podía matarla y que nadie encontrase su cuerpo.

A mi alrededor la gente estaba en su mejor —yo decía que era el peor— momento, y es que todos parecían borrachos, pero pasándola de lo mejor. La música estaba a todo volumen, tanto así que tenía que gritar para conversar con alguien a mi lado, pero ya que estaba sola en el centro de la gran sala, no tenía que abrir la boca.

Debie había ido por más cerveza. No sé dónde rayos estaban los chicos, pero sabía que no tan lejos, se habían ido segundos después de Debie y no entendía el por qué.

La casa de Henry era gigante. Sabía que era un chico de familia con dinero. Era popular en el colegio y ahora mirando el pasado, no podía ver por qué alguien tan lindo como él se había fijado en alguien como Amber. No lo entendía.

Y quería matar a Debie por dejarme sola en un lugar lleno de gente del colegio, que no hacían más que bailar y jugar cosas de borrachos.

Gracias a Dios esta casa era grande y hasta ahorita no me había topado con Amber. No quería enfrentarla. Tomé de largo mi bebida del vaso rojo y traté de relajarme, el alcohol estaba ayudando con eso.

Mi vestido corto de color blanco resaltaba un poco entre todo este mar de gente. Y no por ser corto o extravagante, sino porque parecía una niña. Era un vestido hasta el muslo, pero de verano, así que no era pegado. Si daba vueltas por el lugar, lo más probable era que alguien vería mi calzón del mismo color que el vestido, algo que no quería que pasara.

Ya podía sentir el sudor arrastrarse por la base de mi cuello furiosamente. Si el aire acondicionado estaba encendido, no parecía. Decidí sujetarme el cabello en lo alto de mi cabeza para que no estorbara.

Minutos después de quejarme y pensar en lo desastrosa que era la fiesta, un movimiento llamó mi atención. Me fijé en la puerta de entrada que estaba abierta. Mi corazón se apretó al ver a Kem entrar por ella. Estaba solo. Vestía una simple camiseta negra y jeans que lo hacían ver más delicioso.

Oh Dios mío. Culpaba totalmente al alcohol por aquel pensamiento. Tiré el vaso a un lado esperando que Debie llegara pronto con más bebidas. Mientras tanto yo estaba admirando a Kem. Parecía algo perdido en el lugar. Logré esconderme detrás de un grupo de chicos para que no me viera. En estos meses Kem parecía haber agarrado más músculo. Su impresionante altura lo hacían caminar con determinación entre el mar de gente que lo miraba al pasar embobadamente.

—¡Ey! —gritaron en mi oído haciéndome saltar. Cerré los ojos e inahalé para tratar de calmar mi agitado corazón. Volteé para ver a Henry con una sonrisa alegre en su rostro—. ¡Viniste, Ruby!

Miré detrás de él esperando ver a Amber, pero menos mal que no fue así. Henry estaba solo y me sonreía con alegría.

—Hola —dije con incomodidad. Me alejé del grupo de personas mientras Henry seguía mis pasos. Sus manos estaban ocupadas con un vaso rojo en cada uno. Me tendió uno que yo acepté con recelo.

El chico de arriba #1 | EN FÍSICOWhere stories live. Discover now