En el gran salón, earl Gyled lo miraba con cierta cautela a través de sus ojos verduzcos. Él estaba sentado en lo alto, en su trono de madera, mirando a Bjorn por lo bajo. Bjorn, lejos de estar aterrorizado, los acontecimientos le habían parecido cierto endebles, la costumbre le había hecho a esperar que alguno quiera probar suerte y le intente matar camino a los barrotes, pero para cuando empuñara su hacha todo había terminado para sus atacantes y sus cabezas rodaban por el suelo.
-Bjorn "El Rojo"- Gyled mencionó al fin, y rompió sus pensamientos- muchas historias se cuentan en toda Vaenar sobre tus viajes... si al menos la mitad de ellas son ciertas le dirás a los dioses anécdotas interesantes-
Bjorn se atragantó en la cerveza, ríos corrieron por los costados cayendo por la barba rojiza hasta el suelo. Al vaciar el tarro lo arrojó al suelo con violencia.
-Todas son verdaderas- respondió.
Gyled de repente pareció relajado.
-¿Entonces cuantos asesinatos has cometido en nombre de tu venganza?-
Bjorn mantuvo sus ojos celestes fijados en él, con tanta intensidad que Gyled no pudo evitar que le recorriera un escalofrío por la espalda; preguntándose quien era en realidad debajo de esos ojos, y si eran posibles las historias sobre él.
-Les he advertido lo que pasaría a todos los que me dieron la oportunidad; pero igualmente decidieron matarme, como si de alguna forma los dioses les bendecirían y eso cambiaría su destino-
-Tu hermano, el rey de Karadahr, ofrece una gran fortuna por quien te lleve hasta él... aunque ante tu decisión de atacar a las Casas de la tierra y los crímenes que has cometido no especifica si hemos de llevarte vivo... o muerto-
Bjorn bufó; casi decepcionado.
-Esas son las últimas palabras que la mayoría me dice...-
Gyled esbozó una sonrisa.
-Tu familia parece ser una banda de lunáticos. No me sorprende que seas uno-
-...pero nunca me habían halagado-
-La única razón por la que estamos teniendo esta charla es porque creo que podemos llegar a un entendimiento-
Bjorn arqueó una ceja, más curiosos que sorprendido.
-No me es ajeno lo que le has hecho a cualquier hombre que intente capturarte, sin distinción entre mercenarios y earls-
-Como dije, yo les advertí que me dejaran en paz - dijo ásperamente- mis asuntos no tienen que ver con ellos, soy un príncipe después de todo -
-Pero se algo que tendrá tu interés en quedarte un rato más, al menos hasta que termine de hablar. Yo sé dónde está Reghel-
Bjorn sintió como su impulso le recorrió el cuerpo como un rayo. Sus ojos se abrieron y avanzó hasta los pies del trono. Los guardias habían sido demasiado lentos y le sostuvieron cuando ya había parado conscientemente.
Gyled les hizo un ademán con la mano y los guardias retrocedieron.
-Dónde- demandó Bjorn. La cara del asesino se le hizo presente en su mente.
-Antes quiero decirte nuestro trato. Yo te daré la ubicación del asesino de earl Yorm, te proveeré de hombres a tu comando, a cambio de la mano de mi hija-
-Acepto- dijo sin pensarlo dos veces.
-Todavía no he terminado. También quiero que Karadarh apoye a mi Casa cuando decida hacerme earl del condado de Olahad... y luego, cuando mi poder quede reafirmado, de todo reino del sur oeste-
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Saga de Bjorn
FantasyEsta historia se centra en Bjorn Yormsson. Hace cinco años que se encuentra de cacería, su presa en un hombre llamado Reghel, y lo ha perseguido por todos los rincones de la tierra, con muchos rumores que advierten de su crueldad. Su camino está mar...