Parte 5

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Mientras mantenían camino al pie de las montañas, costeando el espeso bosque, Bjorn había quedado último en la fila cubriendo la retaguardia y el gigante lideraba. Luego de la pelea nadie en su compañía osó en siquiera quejarse del cansancio. Por fin había conseguido lo que Eafill no. "Si tan sólo supieras que tomó tu muerte para moldear a esta calaña".

-Humo adelante Bjorn- le advirtió el gigante desde adelante- y es reciente, el aire es asfixiante-

Bjorn no pudo evitar que se le dibujara una mueca. "Este es nuestro momento Reghel. Por fin has decidido enfrentarme". Y a la vez, una incertidumbre le recorrió de pies a cabeza, sensación que quiso matar al instante. Tantos años fuera de su hogar, con un objetivo claro, con una presa clara, si de alguna forma su momento sería arrebatado no sabía cuándo podrían bendecirle los dioses con otra chance para concretar su venganza.

-¡Esta herido!- oyó que gritaron. Vio como un muchacho caía al suelo de la marcha recta. El soldado tenía una flecha que atravesaba su garganta sin misericordia.

"Esta es su puntería", pensó el príncipe, "Estaba muerto antes de caer al suelo. Podría haberme matado con la misma flecha pero me quiere confrontar... como yo a él"

-Está aquí- el joven Gutharn desenvainó- la flecha viene de la dirección del bosque-

-Esto es lo que haremos- dijo Bjorn. Vio propicio sacar su hacha también, tallada con la historia de los descendientes de Karadahr y sus jinetes de antaño- nos separaremos en grupos de dos y nos adentraremos al bosque para cubrir terreno, y cuando lo encontremos... y lo haremos; nos daremos aviso. Agarren un compañero y vayan. Yo escojo al gigante-

Su compañero lo miró desde lo alto con ojos inquisitivos.

-¿Que esperan?- cuestionó Bjorn con una frialdad que le sacudió los huesos a su compañía, haciéndoles recordar las imágenes de lo que quedaba de Eafill.

Cuando se adentraron cautelosamente al bosque sólo uno se quedó, lo que acaparó la atención de Bjorn, como también su enojo creciente.

-¿Por qué no haces lo que te digo muchacho?- sintió como su impulso más primario sujetaba el hacha con fuerza, en la otra mano todavía los dedos fantasmas clamaban a gritos que seguían allí.

-Mi compañero yace aquí muerto, mi señor, ¿Debo ir sólo?- Gutharn apenas podía sostener la mirada, parecía un niño siendo regañado.

El gigante le dedicó una mirada analítica y llena de culpa.

-Sí- Bjorn no lo miró a los ojos.

Gutharn parecía casi decepcionado y su espíritu roto. Pero automáticamente levantó su escudo y siguió a sus compañeros; hasta que Bjorn apenas distinguía su silueta entre la arboleda.

-Enviaste a todos esos muchachos a la muerte Bjorn; ¿Por qué tenías que matarlos?-

-No trates de que sienta culpa, gigante. Nunca nos habrían dejado en paz y lo sabes, eran los espías de Gyled que nos los metieron en el culo para mantenernos a raya, y lo sabes. ¿Qué diferencia hace si soy yo o Reghel -

-Los enviaron solamente para asegurar que cumplas tu promesa, eran soldados- el gigante sintió como la lengua le sabía amarga.

-Una promesa que hice a la fuerza. Diré todo lo que tenga que decir para seguir con vida ¿Cómo crees que conseguí estar vivo todos estos años como un vagabundo? La mitad del continente quería mi cabeza en una estaca y la otra esclavizarme, fingí ser muchos hombres con tantos nombres que casi olvido el mío. Pero voy a cumplir mi promesa que le hice a mi padre agonizante, y nadie podrá quitarme mi derecho a eso-

Saga de BjornWhere stories live. Discover now