Capitulo: 10

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Retorno

Jane miro algo extrañada el lugar donde la chica y su hermano los llevaron, era como un alberge, estaba muy tentada con decirle que se vayan a la mierda y largase del lugar, pero el rostro lleno de paz del mocoso era algo reconfortante.

Con mucho esfuerzo tuvo que callar y morderse la lengua para no decir lo que piensa, por ejemplo de Joseph no le da buena espina, un loco religioso no es del todo confiable. Los Pratt lograron construir un refugio. Joyce la madre de Adaline los guio a unas pequeñas cabañas.

-Este será tu cuarto Jane y este será el cuarto de Severus- señalo la cabaña de alado.

-Espera no hace falta darnos dos cabañas, con una servirá- Jane agarro de la mano de Severus para entrar en una de las cabañas hasta que Joseph la paro.

Joseph sonrió –Jane Dios no aprueba nada carnal, el hecho de que ustedes dos duerman juntos es inmoral, nosotros somos un grupo sirviendo a la palabra de Dios-

Sentía unas inmensas ganas de golpearlo pero respiro hondo, no quería que los expulsara no por el momento, soltó de la mano al mocoso –Ve a tu cabaña Niño-

Severus asintió camino hasta entrar a su nuevo hogar, Jane dejo a Joseph atrás para ir a descansar. Lo odia profundamente el maldito lunático será su calvario.

Los días pasaron a ella le era extraño estar sin hacer nada o por lo menos no estar en un constante tiempo viajando.

Un día Adaline apareció enfrente de ellos y les dijo –Necesito que Severus me acompañe en la siguiente expedición-

-Bien ¿cuándo será?- pregunto Jane

-Mañana- Adaline respondió

Jane asintió –Bien estaremos preparados para mañana-

-Oh no solo queremos a Sev, Jane tu puedes estar tranquila aquí-

Jane abrió sus ojos –No tu no entiendes yo iré con el- dijo con exaltación

-Por el amor a Dios Jane Papá cree que es bueno que él vaya a una misión-

-¡Me importa una Mierda lo que le interese tu Padre¡- Jane se acercó a Adaline hasta estar a unos pocos pasos a ella –Dile a tu Padre que él no se ira sin mí-

Adaline negó –Piensa Jane no dejes que esta oportunidad se desperdicie, será bueno para Severus, no siempre estarás al lado de él- tomo de los brazos a Jane -Entiéndelo-

Jane se soltó del agarre de la rubia tomo del brazo de esta y con todas sus fuerzas la apretó un chillido de dolor salió de los labios de Adaline –No es No entiéndelo- sintió unos brazos rodearle la cintura soltó su agarre mirando al niño.

-Yo quiero ir con ellos- las palabras dichas del niño le hicieron sentir mal, acaricio los cabellos negros. Le sonrió.

Quedaron de acuerdo en que él ira, Adaline prometió a Jane que cuidara del niño, a ella le dieron de tarea cultivar verdura, como si ella le importara tal cosa. Antes de que los chicos salieran ella nuevamente le hizo saber su desacuerdo con Joseph, el imbécil la sermoneo joder cuantas ganas tiene de golpearlo.

Kaylen fue una presencia extraña para Jane ya que la niña siempre quiere estar con esta, cada día la seguía como un polluelo, lo que si era algo ridículo era ese entendimiento que las personas tienen, ¿ellos piensan que los Cruzados no vendrán aquí?, pensó Jane.

Negó con su cabeza tarde o temprano vendrán y de seguro les joderan el trasero Joyce la esposa de Joseph era una mujer sumisa algo trastornada, entonces pensó que sería bueno tener de su lado a la esposa del loco.

-Joyce hola- saludo con una felicidad fingida a la mujer.

La rubia miro con alegría a la chica hace poco ella no tenía amigas ahora la chica era como su amiga al estar casi siempre con esta –Hola Jane, tengo listo el pan deberíamos de hacer un poco de limonada-

Jane asintió y dijo –Si quieres puedo hacerla-

Joyce agradeció la ayuda de la chica, guiándola hasta la frutera le paso unos limones a la chica, Jane rozo la mano de la mujer la cual esta solo dio un brinco algo extrañada pidió disculpa, la rubia dijo que no era nada.

Corto algunas y las exprimió miro por la venta era raro que varias mujeres estén embarazadas, ¿Cómo demonios pasa esto?, se supone que algunas chicas de aquí eran recientes, además lo que más le da escalofrió era que algunas niñas lo estén.

Aparto su vista de la ventana, si sus sospechas eran ciertas Joseph está embarazando a las mujeres del lugar, pero como sacar la verdad recordó aquel roce que hizo con Joyce, miro a la mujer...mujer que posiblemente este ya olvidada de caricias. Trago era arriesgado hacer las cosas que ella piensa.

Pero como dicen no, el que no arriesga no gana aclaro su voz y con un tono algo dulce le dijo –Joyce ya tengo listo la limonada-

Joyce agradeció aquello, para la mujer era una gran felicidad el tenerla la ayuda con varias cosas.

Con el pasar de los días Jane le coquetea a Joyce con sutileza ella no quiere que los demás se den cuenta, pero tampoco quiere que Joyce no la note, los coqueteos dieron frutos, haciendo que Joyce se sonrojara al tener un pequeño roce de la chica.

Para Joyce le era algo morboso todo esto el tener la atención de la linda mujer que solo la mira a ella, al principio era extraño y le daba miedo pero cuando Jane dio un paso enorme le fue irrevertible el no querer más de ella.

Fue una noche mientras ambas cuentan las provisiones Jane le cuenta algunas anécdotas que para ella le da algo de risa, sin darse cuenta Jane la tomo y la beso al principio el miedo la invadió pero al pasar los minutos de sentir como la boca de Jane le da ese placer que su esposo ya no le da era divino.

Al separarse del beso ambas se miraron Joyce la miro con anhelo y Jane supo que cayo.

Jane pudo notar algo Kaylen desapareció algunos días, le pregunto a Joyce la cual solo dijo que está pasando tiempo de calidad con su Padre, esas últimas palabras la hizo sentir mal.

Fueron tres días que no dio rastros de Kaylen el cuarto día en la tarde apareció algo deprimida al lado de Joseph esta al ver a Jane corrió hasta ella abrazándola. Ella le dio caricias para que supiera que está aquí con ella.

Al pasar del tiempo Severus volvió de su vigía, en ese tiempo Kaylen durmió con ella la niña no quería separase de la mujer, fue corto el momento en que Severus estuvo con ella.

Jane siguió aquel juego que tiene con Joyce, pero ahora Joyce coquetea con ella fue un día algo caluroso cuando Jane llamo a Kaylen. La busco pero no le dio frutos fue con Joseph.

-¿Has visto a Kaylen?- pregunto con enojo al hombre

Joseph miro a la chica y sonrió –Le he dado algunas tareas- puso su mano en el hombro de la chica la cual acaricio –Ella estará bien-

Jane asqueada por el contacto del hombre se apartó de este y corrió hasta Joyce ella recogía algunas verduras –Joyce ¿Dónde está Kaylen?- pregunto al estar enfrente de ella.

Joyce le miro y sonrió –Oh Kaylen Joseph le dio una tarea nueva- bajo la vista y siguió con su tarea –Tranquila Joseph sabe lo que hace-

Trago con miedo le han quitado a Kaylen y ella no se dio cuenta Jane respiro para tranquilizarse, al anochecer siguió con cautela a la pareja de esposos, miro como ambos entran con comida a una pequeña cabaña. Los espero hasta ver que ellos salieron noto que Joseph tiene un juego de llaves.

-Mierda va ser difícil- susurro con frustración.

Severus en CrossedOù les histoires vivent. Découvrez maintenant