COMPARTIR HABITACIÓN

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Hace pocas horas había llegado a la residencia del norte, las criadas me habían bañado y vestido con un camisón tan fino que traslucía todo mi cuerpo, no podía evitar pensar que el duque no era tan malo como me imaginaba, la habitación era bonita, la cama era tan suave.

el no tenia un aspecto horroroso como pensaba, es mas, era bastante guapo, muy alto con un destacable  físico, ojos verde como la selva y un cabello como el atardecer, no entendía porque se negaba a presentarse a la sociedad, no tenia nada de malo y con una apariencia así, ninguna dama se negaría a contraer nupcias con un duque tan bello como el. Nuestro encuentro de hoy había sido muy breve, pero fue educado, inclino su cabeza como saludo y siguió de largo a lo que parecía entrenar con los demás soldados de su casa, lo único que me intrigaba era la sonrisa sádica que me dedico. era raro que sus ojos tan fríos, no quedaran con un aspecto tan cálido. pero, que sabia yo,el desde los 15 había estado en guerras, ahí se había criado por mas de 7 años, a sus 23 años, la guerra había acabado y su hermano mayor el rey lo estaba obligando a asentar cabeza con una hija de la casa elias, por mas logros en batallas negarse a una orden de su majestad era considerado traición. ademas algo había oído en la corte que el duque y su majestad tenían una muy buena relación, aunque solo eran rumores, no lo tenia claro .

el ruido de la puerta abriéndose interrumpió mis pensamientos  me levante de la cama lo mas rápido que pude y me quede como piedra al ver al duque entrar tranquilamente en la habitación mientras se quitaba la ropa.

-hay reglas que tenemos que discutir-me dijo, no podía ver su expresión porque estaba a espaldas quitándose su camisa- no planeo vivir en cuartos separados y solo venir aquí en tu periodo fértil, así que compartiremos habitación- era muy raro que marido y mujer compartan habitación en la nobleza, solo compartían habitación cuando querían procrear. se dio la vuelta- y creo que ya hasta me esta empezando a gustar-dijo recorriendo con una mirada lujuriosa mi cuerpo, sentí mis mejillas calentarse y por acto reflejo me cubrí con mis brazos.

-y_yo, pero t_tu, nossotr- no sabia como responder esa declaración, como mujer lo único que tenia que hacer era aceptar lo que  mi marido quería, pero me negaba, no quería esto, yo era capaz, casi o mas que un hombre, sabia cosas que los hombres y mujeres de sociedad ignoraban, cuando estaba aislada en el ala sur de la casa, lo único que me dedicaba hacer era estudiar, leí y leí libros tras libros cuando no podía practicar con la espada con alex, claro que en ese tiempo solo lo hacia para no aburrirme, pero ahora estaba mas que agradecida por ello, cosas como pintar, tejer y bordar me parecían tan poca cosa que jamas preste mucha atención mientras rose trataba de enseñarme, me parecía una perdida de tiempo y era muy mala en ello, toda las damas de la sociedad sabían pintar, bordar y tejer era como un requisito para contraer matrimonio y como yo estaba casi segura que ningún noble querría casarse con la bastarda de la casa elias no me preocupaba en lo mas mínimo en aprender, solo había estado esperado cumplir mis 18 y huir para convertirme en caballero, no me importaba hacerme pasar por hombre para cumplir ese sueño, rose y alex estarían a salvo ya que a mi padre le habría importado poco mi desaparición, pero ahora todo era diferente, escapar haría quedar mal a la casa elias y mi padre tenia en sus manos la vida de mis seres queridos.

-tu y yo dormiremos juntos  toda las noches- dijo lentamente disfrutando cada palabra que salía de su boca- no te preocupes, yo te enseñare todo lo que debas saber en estos casos- dijo avanzando lentamente , haciendo que retrocediera con cada paso que daba.

cuando sentí la pared en mi espalda sabia que ya no podía retroceder, puso su mano derecha en mi mentón provocando que levante la vista para verlo, tenia una sonrisa espeluznante y sus ojos oscurecido por la lujuria, se remojo los labios con la lengua y movió su mano a mi nuca y la otra mano lentamente la puso en mis glúteos, mi respiración se volvió irregular puse ambas manos en su pecho para ejercer fuerza y tratar de empujarlo, solo pude moverlo unos centímetros y eso solo ocasiono que el juntara mas nuestros cuerpos

-ssasabes, ya es muy tar-no pude terminar lo que estaba apunto de decir porque me beso, apretó mis glúteos tan fuerte que de mi boca salio un quejido que el solo lo aprovecho metiendo su lengua en ella, enterró sus dedos en mi cabello obligando así que siguiera su ritmo, me costaba respirar y cundo por fin se alejo me agarro del brazo para llevarme y tirarme en la cama.

-tienes razón, es muy tarde, deberíamos estar en la cama- hablo agitadamente, desprendió sus pantalones y se los quito, trague grueso, no había que ser un genio para saber que pasaría continuación.

-no as-de nuevo no me dejo terminar, se puso sobre mi sin lastimarme, mirándome, su intensa mirada me aturdió casi hechizandome, tomo mi mano y lo puso en su torso. era duro y suave podía sentir las cicatrices de guerra con el tacto, mis mejillas se calentaron tanto que parecía que comenzaría a incendiarme, mi estomago parecía que se encogía y sentía una opresión en mi pecho que hacia mi respiración pesada,se levanto solo un poco para quitarme el camisón y fue cuando me sorprendí a mi misma ayudándolo       

estaba desnuda, no me cubría nada, me sentía tan avergonzada, Y el  parecía no querer perder detalle de mi cuerpo, con su dedo recorrió lentamente mi cuello bajando hasta mi engruido pezón.

-eres hermosa-me sorprendió escucharlo decir eso, no había escuchado de nadie mas que rose y alex aquellas palabras, normalmente la gente solo veía una bastarda y nada mas que eso, yo sabia que no era fea -y mía- continuo, antes de que pudiera procesar aquellas palabras metió mi pezón en su boca chupándolos, no pude evitar encorvar un poco mi espalda y agarrar las sabanas de seda con fuerza, llevo su mano a mi feminidad mientras su boca chupaba y daba suaves mordiscos a mi pezón

-a_ahh ha- no puede evitar que extraños ruidos salgan de mi boca,no entendía porque dejaba a prácticamente un extraño tocarme de esta manera , era algo que mi yo de siempre no haría, estaba claro que la cordura me había abandonado pero no me importaba , sentí sus besos acender hasta llegar a mi cuello, sentí un escalofrió recorrer todo mi cuerpo, su boca busco la mía y por segunda vez en la noche me sorprendí al corresponderlo, trataba de seguir su ritmo, pero estaba claro que eran mas torpes que los suyos, puse mis brazos alrededor de su cuello para atraerlo mas a mi, necesitaba sentir mas de el , me gustaba como el escalofrió recorría mi cuerpo, su mano ya había abandonado mi vagina y se separo solo un poco de mi para ubicarse entre mis piernas y tener un mejor acceso para su masculinidad, volvió a besarme y con una de sus manos apretó mis pechos, haciendo que encorvara mas mi espalda, en ese momento sentí un dolor agudo abajo,no pude evitar quejarme y clavar mis uñas en su hombro. sus envestidas eran lentas y cada vez dolía menos 

-ahhahh-ahh- no podía evitar gemir fuerte era casi involuntario, sus gruñidos y mi gemidos eran cada vez mas alto a medida de aumentaba el ritmo de las envestidas,los dedos de mis pies apretaban tan duro como podía el colchón de plumas y mis manos apretaban sus hombros, sentí en mi  un volcán haciendo erupción, y vi como el se retiro rápidamente, nuestras respiraciones eran irregulares y estábamos empapados de sudor mis ojos se cerraban por todo el cansancio y lo ultimo que llegue a sentir era una manta cubriéndome y el colchón hundiéndose a mi lado   

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CUATRO PAREDESWhere stories live. Discover now