CUATRO PAREDES

ESPADAS

Había terminado mi desayuno lo más rápido posible, ya estaba en camino a mi reunión de hoy, Carla me había conseguido todo lo que había pedido, estaba tan agradecida, tenía las espadas en una caja rectangular, como era un secreto, Carla me había dado las espadas en una caja para que los demás no sospecharan, en cuanto a la ropa, solo Carla había estado presente en mi habitación mientras me cambiaba, el vestuario era poco común a mis ojos pero a juzgar como estaban vestidas marie y Rosalia ayer, por aquí era bastante común, llevaba puesto una camisa larga negra con unos pantalones negros y un chaleco marrón con una terminación de falda gris, tenía que admitir que la moda de aquí me agradaba bastante. claro que tenía una capa roja encima para que los demás no vieran la forma que estaba vestida y también me ayudaba bastante con el frío, le había dicho a Carla que dijera que iba de paseo en el jardín  y que no merodearan por allí porque quería estar sola, claro que nadie tenía que enterarse que salía, sabía que no estaba permitido y no quería notificarlo para no crear ningún problema, llevaba comida de nuevo atado en el asiento de oscuro para volver antes del atardecer, todo estaba saliendo bien, las espadas servirían mucho más que solo entrenamiento cuerpo a cuerpo, ya podía ver sus siluetas a lo lejos y cada vez estaba más cerca.
Baje de oscuro y lo ate en un árbol de manzana había varias manzanas congelas en el piso y oscuro no perdió la oportunidad, me acerqué a los chicos a paso lento.

-buenos días- salude a todos con una sonrisa, marie vino corriendo a mi encuentro.

- susan, como has amanecido, te encuentras bien , como llegaste ayer, no tuviste ningún problema - era bueno ver qué marie estaba igual de entusiasmada que ayer .

-déjala marie-le dijo Thiago- buenos días susan

-buenos días susan- saludaron los gemelos al mismo tiempo, ya me estaba acostumbrando a eso. Rosalia y cesar solo me ignoraron y siguieron en lo suyo.

-traje esto- dije dejando la caja en el suelo y abriéndola.

-wow son de verdad-pregunto thiago maravillado, agarrando una, todos tomaron una de a uno-lo son, tengan cuidado

-no están muy filosas y estan algo viejas pero servirán-les dije.

-es maravilloso, claro que servirán sólo habíamos estado practicando con espadas de maderas- dijo Thiago, yo había usado espadas de madera con Alex en los primeros años, pero luego de un tiempo tuve que aprender con una real, todo era diferente con una real, el peso era una de las cosas donde más se sentía la diferencia, las de madera eran mucho más ligeras que una real .

-donde los has conseguido susan- me dijo marie -tus padres son mercenarios y ricos igual que los de cesar.

-marie- protestó cesar al escuchar su comentario.

-es un secreto- le dije con una sonrisa

-Bueno, no importa, agarren una espada y empiecen a cortar un árbol de manzana, todo es diferente con una real ya que el peso no es tan ligero y tienen que saber controlar el filo- explico Thiago, era obvio que él era el capitán de equipo, todos agarraron sus espadas y fueron a árboles cercanos, cuando yo iba agarrar mi propia espada del cajón -alto ahí susan, tu vas a practicar conmigo con espadas de maderas, todavía no estás lista- dijo trayendo las espadas y dándome una

-pero yo-no pude terminar la oración ya que me interrumpió.

-no hay peros- escuches la risa de Rosalia y solo solté un bufido, no era mi culpa si ganaba, el no me dejó explicar.

-está bien-le dije- como es que sabes que tienen que hacer- le pregunté mientras nos preparábamos.

-mis hermanos son caballeros y suelo verlos practicar- me dijo con orgullo - bien susan, atácame, no tengas miedo- se podía escuchar el ruido de las espadas de los demás chocar con la rama del árbol.

-bien- correr y atacarlo primero no era una ventaja en lo absoluto pero sabía como lidiar con esto, el solo quería enseñarme así que no tenía porque ser descortés.
Hice lo que me pidió y fui por él cuando se cubrió de mi ataque y se balanceó a atacarme, con un ágil movimiento pude esquivarlo, amaba esta emoción, sentir esta adrenalina era el mejor placer en mi vida, pronto la batalla se volvió más excitante, podía sentir su respiración agitada igual que la mía, era muy bueno, estaba segura que practicaba con sus hermanos con espadas de verdad, porque se desenvolvía bastante bien, ya no escuchaba los sonidos de espada chocar con las ramas, solo eran el ruido de la madera chocarse cada vez que uno daba un golpe y el otro esquivaba , mi capa ya había quedado en la nieve hace un buen rato, fue mejor así ya que podía moverme mucho mejor , con un golpe exacto hice caer su espada a un costado suyo y cuando ya estaba preparada para dar el golpe final, hizo algo que jamás había visto en Alex ,con un ágil movimiento dio una patada en el mango de mi espada , haciendo que lo soltara y me balanceara hacia atrás , en un milésimo de segundos tomó la espada  que había soltado en el aire y me dio un pequeño golpe en el estómago, no pude evitar caer en la nieve, ya que estaba agotada y respiraba agitadamente, el me había ganado y limpiamente, nunca vi ese movimiento en Alex, pero sabía que Alex se contenía conmigo por eso no era tan sorprendente que no lo hubiera visto nunca.

-deberías enseñarme ese último movimiento-le dije entrecortadamente, el sólo asistió y se tiró en la nieve imitándome, había sido un duelo agorador.

-fue fantástico, eres muy buena con la espada, no necesitabas un maestro- dijo agitado , se le notaba agotado , pero no estaba tanto como yo, no estaba acostumbrada a este tipo de clima para el combate por lo que era una desventaja para mi.

-no me dejaste explicar, te pediré ser mi maestro en combate cuerpo a cuerpo, nunca lo he hecho porque no lo creía necesario hasta ahora, y por lo que vi eres muy habilidoso.

-no hay problema - fue lo último que dijo antes que todos los chicos nos rodearan.

-fue genial-dijo marie- eres tan buena

-Nunca había visto a thiago ser desarmado - dijo un gemelo asombrado.

-fue una sorpresa-concordó su otro gemelo- eres muy buena susan-me halagó.

-casi pensé que solo eras una mujer que no se molestaba ni en sudar  -dijo Rosalia pasándome su mano para levantarme-

-Gracias- dije tomando su mano con sorpresa, era la primera vez que me aceptaba

-con tu manejo de espada es obvio que has estado entrenando desde hace tiempo, pensé que no sabías que las mujeres podían ser caballeros- me dijo cesar con desconfianza

- yo iba a ser caballero aunque tenga que hacerme pasar por hombre el resto de mi vida-le dije- y no lo sabía porque me mude al lado norte hace poco tiempo, no sé sus costumbres porque al parecer son muy diferentes a los de la capital-le dije , todo eso era cierto.

-y como planeabas hacerlo con esas-dijo uno de los gemelos mirando mis senos, me sonroje al instante

-cállate idiota-le dijo Thiago- no le hagas caso.

-wow susan, no sabía que eras de la capital- me dijo marie ignorando completamente la atmósfera vergonzosa que se había creado -genial, algún día me tendrás que contar cómo es allí- dijo ilusionada

-todo aquí es mucho mejor que ahí, créeme- le dije sinceramente.

La tarde pasó tan rápido, habíamos almorzado todos juntos y thiago me había ayudado hoy con el combate cuerpo a cuerpo, todos se pusieron de acuerdo en que cada uno me ayudaría en diferentes días y mañana era el turno de David, tendría que pulir mejor mis movimientos, o yo era muy mala o ellos eran demasiados buenos y optaba mas por la segunda opción.
lo primero que había hecho al llegar era pedirle a Carla una habitación que esté ambientada con cosas para pintar tejer y bordar, claro que solo era una fachada, lo usaría para hacer mi entrenamiento físico, yo era competitiva, mucho a decir verdad y muy en el fondo odie la idea de perder hoy, no podía dejar que pasara de nuevo, ya estaba decidida ganaría a toda costa