28

37 2 1
                                    

Nick

—Tienes que calmarte —Mike me hablaba como sí estuviese acostumbrado la tortura que vi desde el otro lado de la ventana.

Fue como un pequeño segundo de realidad para acabar con toda una vida de mentiras y engaños.

¿En qué estaba pensando cuando creí que era un rumor?

¿Cómo no pude darme cuenta antes?

—Lamento que lo hayas descubierto de esa forma —pude haber bajado la mirada—¿Estas bien? —pero no lo hice.

—Solo dime la verdad, Mike. Eso era...

—Me temo que sí —...el LaserTag.

Esto no era una realidad sino una pesadilla.

Lo que los miembros del Sexo Perfecto llamaban "Torneo de la vida" a los nosotros conocíamos como LaserTag el juego que practicábamos una vez al mes en torneos a cambio de créditos extras para nuestros hogares; mientras que nosotros eramos colocados en simulaciones jugando contra zombies y dinosaurios de este lado se podía ver a quienes nosotros creíamos que eran los blancos.

Los Imperfectos.

Miembros cuyos rostros no podían verse detrás de los visores o las luces que los cubrían, cuando estábamos del lado de la arena. Aquí en cambio todo era distinto porque el cristal nos permitía ver más allá.

¡Eran Imperfectos usando los trajes de dichos colores!

¡No podía ser cierto!

¡Yo amaba el LaserTag!

¡Connor y Wayne jugaban LaserTag porque yo se los rogaba!

¡Creía que era divertido!

Pero ahora he descubierto la verdad.

Cada vez que le disparé a un blanco en realidad estaba matando a un miembro que fue enviado a la arena, luego de ser engañado en una supuesta donación.

¿A cuantos había asesinado?

Wayne y Tyler nunca volvieron a casa al igual que Ben, Jess y muchos otros a los que ni siquiera veía sirviendo canapés.

—No debes llamar mucho la atención, Jim. Recuerda que pueden reconocerte —estaba tan asustado que ni siquiera podía darle importancia a esa condición.

Mike me sacó del salón diciendo que estaba sufriendo de un mareo y me envió al congelador; ahí había más cuerpos envueltos en plástico.

—Créeme, yo también pase por eso.

—¿Tú también?

—Y muchos de los que hemos rescatado.

—Pero asesinamos a nuestros hermanos.

—Lo se, y deberás siento mucho que lo hayas descubierto de esa forma, Chip. Pero así es como son las cosas aquí. La Zona se deshace de la mayoría en competencias o manipulando a las personas, obligando las a pensar de otra forma.

—¿Manipulándolas?

—La mayoría de los miembros que has visto asesinar no eran así antes de que todo esto pasara.

—¿Cómo puedes probarlo?

—Yo trabajaba de cómo conserje en una de las escuelas que fue atacada. Ahí vi a muchas chicas que solían ser amables, unas jurarían que nunca lastimarían a alguien, y ahora están aquí. Siguiendo juegos tontos y ordenando matar, como sí fueran simples peones.

EXPERIMENTOS LOS ORÍGENES, DOMINADOS, Libro 2Where stories live. Discover now