Epilogo

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Todo fue tan rápido.

Oprimir el botón que decía "Proyecto Final"...,

...Entrar al congelador...,

...cerrar la puerta...,

...y correr al orificio...

Kabom

...antes de que el fuego llegara.

—¡Jerónimo! —No había marcha atrás.

El lugar comenzó a estallar, junto con los cuerpos de quienes no pudieron acompañarme.

Inocentes que perdieron su vida para que yo cayera por este conducto que descendía a una superficie acolcho nada.

—¡Ya cayó otro! —aterricé y fui sujeto por dos miembros que me llevaron a un pequeño asiento, como lo dijo Mike.

Todo era verdad.

El proyecto iba a ser destruido con una explosión, había rebeldes esperándonos y todos los cuerpos que Mike y yo envolvimos estaban ahí solo que sin el plástico.

—¿Hay más? —dijo un miembro perfecto.

—¡No! —respondió el Imperfecto que estaba junto a ella— ¡Y debemos irnos! ¡La explosión ha comenzado!

—¡No podemos hacerlo! ¡April, Allison y Rick siguien ahí...,!

—¡La orden ya fue dada Lacey!

—¡Pero aun no han llegado! —el fuego comenzó a surgir—. ¡No podemos abandonarlos!

—¡Lo siento! —y el vehículo avanzó...

—¡Noooooo...! —...en medio de una llamarada que trajó consigo a todo lo que en un tiempo fue mi hogar.

Edificios...,

...casas...,

...cuerpos...,

Todos fueron consumidos por el fuego.

—¡Activen los escudos! —y yo estaba a salvo—¡Tú! —junto a un grupo de rebeldes.

Seis para ser exactos.

Todos me miraban como sí estuviese ocultando algo.

—Revísenlo —dejando claro que yo era el nuevo— ¡Es un chico! —y quizas—pero no se ve que le hayan puesto el suero —una posible amenaza.

Ojala Mike estuviera aquí.

—Revísenlo bien —él podría decirles que era inofensivo.

—No tiene armas..., pero lleva puesto un traje de guardia.

—¡Un traje de guardia! —uno de ellos no parecía complacido— ¡Esto no luce bien...!

—¡Quizás sea un espía...! —dijo otro.

—¡No soy un espía!

—¡Prueba lo! —pero no tenía nada.

Los únicos que podían demostrar que era inocente habían muerto.

—¡Esperen! —o quizás no— ¡Yo conozco a ese chico!

Mike me advirtió que el verdadero mundo podía esconderme sorpresas que parecerían salidas de un sueño...

—¿Cameron? —...cosas que me harían dudar de sí estaba o no en el verdadero mundo real—. ¿Eres tu? —pero esto fue diferente.

No podía ser cierto.

Entre los rebeldes había un miembro que con solo verlo me hizo sentir...

—¡Eres tú! —...como sí me estuviese viendo en un espejo—¡Creí que nunca te volvería a ver! —. Esto tenía que ser una broma.

EXPERIMENTOS LOS ORÍGENES, DOMINADOS, Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora