✨ Capítulo 18. ✨

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Los días fueron pasando, Anna había obtenido un maestro particular, para seguir estudiando desde su departamento. Logan y Jocelyn supieron que ella había ido a la escuela, así que fueron a reclamarle al director del por que no la detuvo.

Él tuvo que explicarles que la dejaría sola, así ella se calmaba, ya después ella se comunicaría con ellos, se puede decir que eso los dejo un poquito más tranquilos. Quienes más felices estaban por la situación eran Jimena y Susana.

—Maximiliano está haciendo un escándalo por esa mocosa —dijo Susana mirando sus uñas falsas.

—Mamá, es su hija, ¿Tú no harías lo mismo por una de nosotras? —preguntó Jimena.

—¿Creí que estabas en su contra?

—Lo estoy, pero se me hace tonto que te preguntes por eso sabiendo lo obvio mamá.

—Como sea, solo espero que nunca regrese, así nosotras nos quedamos con todo esto.

—¿Y si Anna no es su única hija?

—¿Cómo dices?

—Sí, digo... que Maximiliano nos haya mentido y que tenga más hijos además de Anna.

—No, imposible, él nunca me mentiría, el no es como...

—¿Tú? —la interrumpió burlándose.

Susana rodó los ojos y subió a su habitación.

⭐⭐⭐

—Y así fue como nombraron al continente Americano —dijo el maestro particular de Anna.

—¿Quién lo diría? Cristóbal Colon descubrió América, pero él no le puso el nombre —dijo Anna.

—Si él le hubiera puesto el nombre, no se llamaría América —dijo el maestro.

—Exacto.

—Bueno, la lección quedo aquí, sinceramente tengo hambre y ya es algo tarde.

—¿Por qué no te quedas a comer? Digo... al fin y al cabo eres amigo de mi papá, Carlos.

—¿En serio?

—En serio, le llamas a Alexa y le dices en donde estás, al cabo ya nos conoce.

—Muy bien, hablaré con ella —dijo y se alejó un poco para hablar por teléfono.

Anna entró a la cocina y comenzó a preparar algo. Justo en ese momento extrañaba a su mejor amigo, recordaba las veces que querían prepararse algo de comer, siempre terminaban haciendo un desastre, pero se divertían juntos.

—Espero pronto nos volvamos a ver —dijo ella y sonrió triste.

⭐⭐⭐

En casa de Logan, estaba él mirando el teléfono, esperando por alguna razón que Anna lo llamara y le dijera en donde estaba. Justo en ese momento recibió una llamada, miro la pantalla, "Numero desconocido", decía.

Contestó y por poco comenzaba a llorar, cuando escuchó su voz,

—Hola —dijo ella tímida.

—Hola —articulo difícilmente.

—Perdón —dijo ella notando en el modo que contestó—. Sé que debí decírtelo, pero... estaba muy mal emocionalmente y no supe como.

—¿Al menos estás bien allá?

—Tranquilo estoy bien.

—Anna, si querías irte de tu casa me hubieras dicho y te traía aquí conmigo.

—Pensé que si me iba contigo, me llevarías de regreso a mi casa.

—Y no lo dudes, pero eres mi mejor amiga y si era lo que necesitabas te habría entendido.

—Sí, claro, amigos —dijo algo desanimada.

—¿Podrías venir mañana? Quiero verte, iría yo pero no sé dónde estás.

—Sí, yo iré, si quieres decirle a Jocelyn, para verla también.

—Claro, nos vemos mañana y Anna... te quiero.

—Yo... yo también —dijo ella y colgó—. Yo te amo.

⭐⭐⭐

Al día siguiente, se baño y se arreglo lo mejor que pudo. Salió del departamento y tomó un taxi. Le dio la dirección y este lo llevo a casa de su amigo. Cuando llegó se bajo, le pago al taxista y se acercó a la puerta.

Estaba nerviosa, pero aún así toco. Segundos después la puerta se abrió.

—¡Anna! —gritó Tani feliz abrazando a la chica.

—Hola Tani —dijo feliz.

—¿Dónde has estado? Nos tenías preocupados.

—Lo siento, necesitaba pensar las cosas, no quise preocuparlos.

—Menos mal ya apareciste.

—¿Esta Logan?

—Sí, en su cuarto, se sorprenderá al verte.

Anna sonrió.

Subió las escaleras y se dirigió al cuarto de su amigo, lentamente abrió la puerta y lo vio sentado en su escritorio mirando su computadora, jugaba solitario. Se quedo mirando como jugaba, hasta que perdió.

—¿Ya te había dicho que eres malo en los juegos? —dijo ella.

—Bueno, no es que impor... —se interrumpió el mismo al analizar la voz que había dicho eso. Se volteó rápidamente y vio a su amiga recargada en el marco de la puerta—. Sabes que soy muy malo en los juegos.

—Lo sé, eres un tonto.

—Uno muy grande —se levantó de la silla—. Por que no me di cuenta cuando mi amiga estaba muy mal y no la apoye como era debido.

—Lo hiciste, pero solo quería alejarse un rato, necesitaba pensar las cosas.

—Te extrañe Anna.

—Yo igual te extrañe, Logan.

No lo pensaron más tiempo y se dieron un gran abrazo, el cual ya necesitaban desde hace mucho. Y cuando menos lo esperaban comenzaron a llorar, realmente se habían extrañado.

—Perdóname por todo el daño que te ocasione —dijo él.

—Tú no me hiciste nada.

—Tal vez no intencional, pero sé que en algún momento te hice daño y me disculpo por ello.

—Pues yo te perdono.

Y se volvieron a abrazar.

⭐⭐⭐

Después de un rato, ambos estaban jugando el mismo juego, Anna había ganado varias veces mientras que Logan no había ganado ni una sola vez.

—Esto no es justo, ya van varias veces que ganas.

—Te acuerdas cuando éramos niños, me habías dicho que tú me ganabas siempre, y que yo te había dicho que algún día te ganaría, pero es este día.

—Bueno el otro día que jugamos en tu casa en la madrugada me ganaste.

—Ahí comenzó mi buena suerte —dijo burlándose de él.

—Lo sé, creo que es el karma, ahora soy yo el que pierde.

—Perdedor —se burlo.

—Oh niña, retráctate ahora mismo —dijo abrazándola.

—¡Jamás! —ella trato de removerse entre sus brazos y lo que paso fue que ambos cayeron del sofá, él arriba de ella mirándose fijamente a los ojos.

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© Querido Hoyuelos por Fanny Frías. Todoslos derechos reservados.

Querido Hoyuelos © ⭐Logan Henderson⭐| #FannyFríasWhere stories live. Discover now