✨ Capítulo 31. ✨

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Los días fueron pasando, ya había pasado una semana de la muerte de Max, en todo ese tiempo no se supo nada de Jimena ni Susana, lo cual preocupaba a Jocelyn, ya que a pesar de todo lo que ambas hicieron, eran su hermana y su madre y pues las amaba.

Anna se había encerrado en el cuarto de su padre, no había salido para nada, sino fuera por que las muchachas de la casa le llevaban comida también ya hubiera muerto. Logan estaba muy preocupado por ella, y no solo por ella, su mamá igual estaba muy decaída, pues era normal, el hombre que amaba se murió, cuando por fin se habían confesado.

Sinceramente no sabía que hacer, como ayudarlas.

—¿Cómo sigue? —dijo él.

—Igual, no quiere salir de la habitación.

El chico suspiró.

—Necesito que este bien, el abogado de Max me mencionó que pronto vendrá un notario para leer el testamento.

—No creo que ella quiera ir.

—Lo sé, pero debe ir, tiene que ir.

—Tranquilo, yo la llevó, así tenga que tumbar la puerta lo haré.

—Será el sábado.

—Muy bien, ella estará ahí.

—Bueno, yo me voy... también tengo que ver a mi mamá.

—¿Ella sigue igual?

—Así es... solo espero no caigan en depresión.

—Igual yo.

—Bueno, cualquier cosa, me avisas.

—Claro no te preocupes.

—Bueno, nos vemos.

Logan se fue y Jocelyn suspiro.

—Ay Anna, permítenos ayudarte, solo queremos que estés bien. Y mi mamá, ¿Cómo es posible que haya desaparecido del mapa? ¿A dónde se pudieron haber metido? —dijo con los ojos llenos de lágrimas.

Anna estaba detrás de ella escuchándolo todo, suspiró y regreso a la habitación de su padre, fue directo al baño y se miró al espejo. Cerró los ojos y al abrirlos, noto su singular color verdoso, además de su lindo color de cabello rubio.

—Creí que después de lo que paso... no me volverías a dejar salir —dijo ella mirándose al espejo.

—No pensaba hacerlo, pero Jocelyn está muy mal y quiero ayudarla —dijo su reflejo.

—¿Te das cuenta de lo que dices?

—Lo sé, pero no me gusta verla triste, ella quiere saber donde están Susana y Jimena, y aunque no me agraden, debemos encontrarlas, por ella.

—Está bien, te ayudare... me imagino que hiciste las paces con Logan.

—Se puede decir que sí, así que por favor, no hagas nada estúpido frente a él.

—Tranquila, esta vez no pienso hacer nada que te perjudique —dijo y salió del baño. Salió de la habitación de su padre y camino hacia la suya, la cual estaba como antes, su cama y todas sus cosas—. Al fin todo está en su lugar, lástima que las cosas no —caminó hasta su tocador y de un cajón sacó una pequeña libreta—. Con esta cosa me comunicaba contigo Anna, cada noche me dejabas salir para poder conocer el mundo, por así decirlo... gracias a ti regresaba a la vida, después de ese accidente yo tuve que pasar a ser una simple segunda personalidad, y tú tomaste control total de mi cuerpo, pero no fuiste del todo egoísta y me dejabas salir, muchas gracias —abrazó la libreta—. Lástima que no pude decirle a papá lo mucho que lo amaba, cuando quería volver a oír su voz, verlo de nuevo —las lágrimas comenzaron a caer—. Te extraño papá, también a mi mamá, y a mis hermanos, los extraño a todos —dijo llorando más fuerte. Justo en ese momento el teléfono de Anna, sonó, ella contesto sin ver el nombre—. ¿Bueno?

Querido Hoyuelos © ⭐Logan Henderson⭐| #FannyFríasWhere stories live. Discover now