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❝ Donde hay oscuridad, una luz siempre ilumina. ❞
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- ¿Cuál es tu deseo? -
- Volverl@ a ver. -
Los papeles se invirtieron y la historia cambiará.
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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ: 02 ¡ɴᴀᴛꜱᴜᴍᴇ ꜱᴇ ꜰᴜᴇ! ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
El otoño, invierno, verano y primavera pasaron en estos nueve meses; En donde Natsume no supo nada de su amiga.
Y cuando la esperanza estaba perdida, le llegó una carta.
— Cuando pensé que nunca más sabría de ella... — hablo Natsume extendiéndose la carta a su abuelo para que lo vea.
— Pero... es la primera en nueve meses... ¿No será que a Hotaru-chan no le gusta hacer este tipo de cosas? — aclaro el Sr. Sakura a su nieto mirándolo con pena. Nonno Sakura, el abuelo de Natsume sabía sobre los sentimientos de su nieto hacia la azabache. Desde el día que se fue Hotaru, noto como su nieto había caído en una profunda tristeza.
— ¿Me pregunto qué le abra pasado? — pregunto el azabache con la cabis baja. — Lee estado escribiendo una carta todos los días. —
— Natsume, no te sientas así, seguro Hotaru-chan tubo algún inconveniente, y sólo pudo enviarte una carta. — intento animar el adulto cosa que no logró. — ¡Vamos Natsume! ¡Hay que hacer ejercicio para olvidar! — se dirigió al frente y empezó a estirar sus brazos y piernas.
— Lo siento Ojii-chan, será en otro rato. — el azabache agarró la carta y se la llevo a otro lugar en donde pudiera estar sólo.
Nonno miro como Natsume se iba con un aura de tristeza.
— Ah Natsume, presiento que harás alguna tontería. —
Su mirada estaba hacia abajo, no sabía a donde iba, solo quería aliviar ese dolor que sentía en su pecho. Hotaru no lo visito ni le escribió como ella dijo. Sólo le había enviado una carta.
¡Una maldita carta!
Tanto le costaba escribir.
Y para su mala suerte se había subido sin querer a una colina, elevó la vista mirando a todo su alrededor, se alteró al instante.
— ¡Maldita sea, lo que me faltaba! — se había perdido. Suspiro resignado, agarró la postal y se la llevó al frente de su cara para poder leerlo, otra vez.
Este verano fue muy caluroso por lo que estoy muy cansada y no volveré por ahora, además estoy muy cómoda con mi aire acondicionado. Por favor, cuídate.
Miro una vez más hacia el frente, rodeó su boca con sus dos manos haciendo como un megáfono, y grito.
— Te escapas como un esposo cuando hay problemas... ¡Hotaru, eres una insensible! — bajo las manos con la respiración agitada. El grito no basto para su desahogo. Giro hacia atrás encontrándose con varios árboles en su camino. — Ahora... ¡¿Cómo rayos bajo de aquí?! —
