ᴅᴇꜱᴇᴏ ᴅᴇʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏɴ ║GAKUEN ALICE║Reescribiendo En La Historia DESEO

CAPÍTULO: 03



ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ: 03
ɢᴀᴋᴜᴇɴ ᴀʟɪᴄᴇ
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Natsume por fin había llegado a Tokio, echo un vistazo a todos los sitios del lugar sin poder creerlo aún.

Tokio Japón tenía autos, edificios altos, personas que caminaban de un lado a otro. Todo lo contrario en donde vivía.

— ¡Fantástico! — dijo con maravilla mirando todo. — ¡No es tiempo para distraerme! — sacudió la cabeza. — Haber... ¿Por dónde iniciamos? — se le hizo click en la cabeza recordando la nota de Hotaru. — ¡Eso es, la postal! Ahora que lo recuerdo tenía un dibujo. —

La imagen que tenía atrás de lo escrito era un edificio con un mono agarrando una sandía.

Busco por todos lados; Sin malgastar la oportunidad se compró algunas cosas como recuerdo, luego de un rato se remontó a un tren en el cual apenas y cabía ya que lo estaban aplastando, desde allí pudo notar el edifico con el cartel del mono.



Al ya estar en frente del edificio decidió dar una vuelta hacia la esquina localizando por fin la Academia.

Centro de Investigación Nacional Alice, Academia Única

Indicaba en la parte de arriba.

Estaba en frente de los grandes barrotes que impedía el camino al colegio.

— ¡Me parece que este es el lugar! — comentó con admiración al ver la gigantesca escuela. — Me pregunto si efectivamente Hotaru estará acá... —

— Oye, tu... — le grito un guardia de la Academia. — Este lugar no se permite a nadie que no esté relacionada con el mismo. Si no tienes nada que hacer acá, vete a casa niño. —

— ¡Vine a ver a mi amiga! — expresó.

— No se puede. — negó el guardia.

— ¡No sea así, por favor! — suplico.

Detrás del azabache pasaba un vehículo color rojo, que por mera casualidad habían escuchado la conversación entre el niño y el guardia.

— ¿Podría al menos decirle a una chica llamada Imai Hotaru que yo estoy acá para verla? —

— Eso también está restringido. — volvió a negar el guardia.

— ¿Qué estará pasando? — indago una de las hombres que habitaban adentro del carro que era el copiloto.

— Quien sabe... — alegó el conductor del auto sin interés. — Es algo sobre una niña de esta escuela y este chico por lo que pude oír. —

— ¡No me puede decir eso! ¡Por favor! — siguió suplicando el oji rojo.

— No. — al parecer el guardia no sedería a las suplicas del azabache.

— ¡¿Este lugar es una escuela?! — examino pasmado el copiloto viendo detalladamente la escuela. —

— ¡Tonto...! ¡Usted es un gran tonto! — lo insulto sacándole la lengua.

— Por lo grande que es parece estar llena de personas importantes. — expresó el conductor deteniendo el automóvil rojo. — En realidad parece que está llena de niños riquillos. — el piloto y el copiloto rieron perversamente mirándose entre sí.

— !Maldición! — se quejó el azabache al darse cuenta que el guarda ya ni le hacía caso. — ¡¿Qué se supone que haga ahora después de haber venido de tan lejos?! —