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❝ Donde hay oscuridad, una luz siempre ilumina. ❞
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- ¿Cuál es tu deseo? -
- Volverl@ a ver. -
Los papeles se invirtieron y la historia cambiará.
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Se dirigió a lo más profundo del Bosque del Norte, pues nadie iba ahí por los dichosos rumores que rondaban la Academia: De ser un Bosque con "Terribles monstruos" en todo el lugar.
Verifico el lugar si alguien o algo estaban cerca, al ver que no estaba nadie busco un árbol grande en el cual pudiera subirse. Al encontrarlo se encamino hacia el árbol.
Se preparó, luego subió de una a la primera rama del árbol, se acomodó en el tronco quedando echada teniendo las dos manos atrás de su cabeza formando una almohada, no le resultaba incomodo pues no era la primera vez que dormía en este tipo de posición. También podía ir a su cuarto y dormir en su extensa cama pero le gustaba sentir la naturaleza, en vez de estar encerada en su habitación.
La sombra del árbol en el que estaba le cubría todo, pocos eran los rayos de sol que entraban.
Echo un vistazo al paisaje: Los árboles se movían al compás de la corriente.
Se movió en el tronco para sentirse un poco más cómoda, cuando hacia esto su mano logro tocar un pedazo de madera que sobresalía de la rama, sintió un poco de dolor. Observo el lugar en donde se había hecho la pequeña herida: La manga de la chompa negra que portaba estaba rota, no se sorprendió pues al ir a la misión que tuvo hace unos minutos la mayoría de su uniforme se había roto, podía irse a cambiar, pero que flojera le daba tener que caminar más de lo debido, ir a su cuarto, quitarse la ropa y luego ponerse otra, prefería estar con su uniforme de ahora antes de írselo a cambiar.
Ahora que lo veía bien, aún tenía heridas en todo su cuerpo, algo no muy común cuando iba a una misión, tendría que curarlas vendándoselas hasta que desaparezcan, pero como la castaña es tan floja prefería curárselas con algún Alice que abría Copeado.
Sus ojos brillaron intensamente, medio segundo después las heridas que tenía desaparición. En seguida su corazón le volvía a doler, o si, la regla de descansar tres horas, se le había olvidado. Con rapidez se sentó, tapándose con la mano la boca evitando así que la sangre callera. Pena que el Alice de Curación no arregle su dañado corazón y pulmones. Sus órganos estaban lastimados gracias a ella al no ponerle un límite a su poder, solo tenía que esperar tres horas para volver a usar su Alice, pero no, Mikan mayormente ignoraba esta regla, usando el Alice del Copeo imprudentemente.
Se limpió la sangre de la mano con su corto, después se limpió la sangre que le restaba en la boca con la manga de la chompa. Hizo como que nada paso y volvió a recostarse en la rama queriendo dormir, es lo que más quería, dormir.
Segundos después los brazos de Morfeo la atraparon, sucumbiéndola en los sueños.
En ocasiones sus sueños eran lindos, otros mostraban su verdadera naturaleza monstruosa de Mikan. Al parecer este sueño era uno de los buenos, pero su final como acabaría.
