ᴅᴇꜱᴇᴏ ᴅᴇʟ ᴄᴏʀᴀᴢᴏɴ ║GAKUEN ALICE║Reescribiendo En La Historia DESEO

CAPÍTULO: 05

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ: 05
ᴄʟᴀꜱᴇ ʙ
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Misaki caminaba lo más rápido posible para llegar al invernadero, pero se inmovilizó cuando vio a la magnífica águila que volaba en los aires. Llevaba un aro entre sus garras, el aro lo sostenía un niño rubio de ojos azules.

— ¿Un águila enorme? ¡No me digas que...! — señaló mirando el ave que se dirigía hacia donde había dejado al niño. Nuevamente tenía que volver al salón, si no, surgirían varios problemas.

La gigantesca águila extendió sus hermosas alas. El chico rubio lo dirigió hasta una ventana y se soltó del aro: Cuando rompió la ventana en miles de pedazos reaccionó a tiempo y se cubrió con sus brazos el rostro para que no le causará tanto daño.

Los presentes miraban al rubio que residen había aparecido. Natsume un tanto confundido por su rara aparición.

— Llegas tarde, Ruka. — hablo la chica aun teniendo encima al azabache.

— Maldición... — se quejó, tenía los ojos cerrados por el impacto. Algunos pedazos de vidrio se habían quedado en su ropa. — ¿Y quién crees que tiene la culpa de todo, Mikan? — lentamente abrió los ojos viendo a su amiga, pero luego no pudo evitar ver al azabache que estaba debajo del castaña. — ¿Qué haces? ¿Quién es ese chico? —

*_¿Quiénes son ellos?_* pensó el oji rojo pretendiendo zafarse del agarre de la niña. Le era dificultoso ya que era demasiado fuerte.

Seguro que si alguna de sus amistades estuviera allí mismo, se burlarían de él, ya que una "Niña" lo estaba venciendo.

Ruka se aproximó a ellos limpiándose los rastros de vidrios que tenía en la ropa.

— Ni idea... de todas formas, no me escucha y pensé en hacerlo llorar. — con mucha fuerza Mikan giro al chico, obteniendo que la cara de Natsume chocar con el sofá.

— ¡Ayuda! — chillo con más potencia para ser oído por alguien, pero algo en su interior le decía que esto no iba a terminar muy bien para él.

— ¡Deja de moverte, que haces que me enoje más! — este ni le hizo caso. — ¡Maldición... eras un cobarde! —

— Por cierto ¿Por qué no usas tu Alice para intimidarlo? — hablo su amigo quien permanecía quieto viendo aquel acontecimiento de como él muchacho intentaba liberarse de la castaña. Ruka sabía perfectamente que eso era improbable, Mikan era suficientemente fuerte aun estando cansada.

— No tengo mucha energía, gracias al estúpido de Naru. — confesó con fastidio. — Y no puedo reunir suficiente fuerza para hacerlo. —

— ¡Sálvenme! — y como si sus ruegos fueran oídos, alguien se estaba acercando.

— Primero que nada, te llevaste todo sin pedir permiso, ahora no me des excusas... — era la voz de Misaki; Que al parecer, le estaba reprendiendo a su acompañante.