Capítulo 41 🎤

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Gaby estaba vestida de Ágatha en Reyes, luego de un ensayo mientras hacía hora para la actuación de la noche, Lala estaba con ella en la cafetería del estudio

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Gaby estaba vestida de Ágatha en Reyes, luego de un ensayo mientras hacía hora para la actuación de la noche, Lala estaba con ella en la cafetería del estudio.

—¿Qué tal los exámenes? —inquirió.

—Bien, ya acabaron los más difíciles —comentó Gaby—, al fin puedo decir que lo he logrado...

—¿Lautaro tocará contigo en el hotel?

—Sí... no hay de otra así que Matías tuvo que aceptarlo, Pablo no podrá tocar porque se lesionó la mano y debe guardar reposo para llegar bien a la gira, además, Pedro Salamanca quiere a Lautaro.

—¿Qué te ha dicho él sobre esa propuesta?

—Nada... no lo hemos hablado, prefiero no tocar el tema porque Matías aún no ha hablado con Salamanca, aprovechará esta noche para hacerlo —añadió.

—¿Por qué te noto triste si todo marcha sobre ruedas? —inquirió Lala y le puso una mano sobre la suya.

—Porque tengo una sensación de que la paz acabará pronto... No lo sé, hay algo que siento aquí —dijo y señaló su pecho.

—No creo, solo te asusta que más gente sepa tu secreto, pero Alicia y Lautaro son de confianza, no te fallarán, además ya han firmado el acuerdo...

—Es horrible que Lautaro haya tenido que firmar... —susurró.

—Lo hizo sin problemas, sabe lo que es bueno para ti... ¿Qué tal va lo del cumple de Pili? ¿Ya tienes el cronograma? —bromeó conociendo a su amiga.

—Bien... está todo en orden, falta poco... Saldremos el viernes desde Caya y nos hospedaremos en el hotel Aqcua, desde allí el sábado yo inventaré algo porque es el concierto y luego tú los buscarás para llevarlos. Cuando acabe, la llevarás junto a mí al camerino y allí le diré todo... No puedo evitar sentir un poco de temor, es pequeña, ¿mantendrá el secreto? —preguntó.

—Lo hará, es inteligente —prometió Lala—. Explícaselo bien...

—El domingo pasaremos el día todos juntos...

—¿Qué pasó con lo de Liza? —inquirió Lala.

—Nada... Lautaro le dijo que no tiene ningún derecho sobre la niña y que, así como él aceptó las condiciones de ella cuando Pili nació, ahora ella debía aceptar las de él. Le dijo que hasta que cumpla los 18 no le dirá quién es su madre y que cuando llegue a esa edad, será ella quien dispondrá si la busca o no...

—No puedo creer que le haya llamado y le haya pedido conocer a la niña por los simples rumores de que hay algo entre Ágatha y el pianista... Es increíble...

—¡Es horrible! —exclamó Gaby—. No tiene ni un ápice de amor de madre, es capaz de romper más de lo que ya lo ha hecho el corazón de la pequeña solo por una envidia vieja, por un rencor del pasado... porque le gané una vez... Increíble —zanjó molesta.

Un salto al vacíoWhere stories live. Discover now