Capítulo 15 🎤

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Gabriela intentaba concentrarse en el ensayo, pero su mente rebelde divagaba entre su preocupación por Alicia y su extraña interacción con Lautaro la noche anterior

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Gabriela intentaba concentrarse en el ensayo, pero su mente rebelde divagaba entre su preocupación por Alicia y su extraña interacción con Lautaro la noche anterior. Era como si el aroma de su piel se le hubiese impregnado y no pudiera sacárselo de encima. A la hora del descanso, fue directo a revisar su celular.

"Hola, Gabriela, espero que hayas amanecido bien... Solo quería contarte que Alicia está bien y le darán el alta esta tarde. No puede regresar a su departamento y no quiere que su madre se entere, le ha dicho que está resfriada... La llevaré a casa, compartirá el cuarto con Pilar... al menos esta semana, ya que debe reposar... luego veremos qué hace".

Gaby suspiró, le hubiese gustado poder traer con ella a su amiga y darle los cuidados que necesitaba, pero no podía hacerlo sin decir quién era en realidad.

"Gracias por mantenerme informada, yo saldré más temprano hoy, he pedido permiso... así que iré directo al hospital junto a ustedes".

"Bien, te espero aquí así la ayudas a acomodarse en casa y luego vamos a clases...".

Gaby le envió una carita sonriente y suspiró.

—¿Qué sucede? —inquirió Lala al verla ensimismada.

—Mi amiga tuvo un accidente... por así decirlo —respondió.

—¿Qué pasó?

Gaby la tomó de la mano y la llevó a su vestuario donde ordenaron un almuerzo y le contó lo sucedido.

—Amiga, cuídate, ese hombre puede ser peligroso... si ustedes la están ayudando puede querer vengarse...

—Lo sé... Lautaro es quién me preocupa, la llevará a su casa y allí está la niña...

—Bueno... esperemos que no suceda nada... Ahora —dijo con una mirada pícara—, noto un leve cambio en tu tono de voz cuando pronuncias ese nombre. ¿Será cosa mía?

—Sí, es cosa tuya —respondió Gaby con vehemencia—, estoy casi segura de que a él le gusta Alicia, por eso está haciendo todo esto por ella —añadió.

Lala levantó las manos en señal de rendición, sabía que no debía ahondar en el tema. Gaby volvió a su ensayo y luego, apenas se liberó, viajó a Caya y fue directo al hospital.

Allí ya la esperaban Lautaro y Alicia, para ir a la casa del primero. Ella los llevó en el auto y la ayudó a instalarse.

—No tengo nada de ropa y no puedo ir a buscar nada a la casa —dijo Alicia en un momento en el que Lautaro había salido de la habitación—. Necesito sobre todo ropa interior —dijo con vergüenza.

—Yo voy a ir a comprarte algo y regreso, ¿está bien? —inquirió.

—No quiero que gastes por mí, Gaby...

—No acepto quejas —dijo y le regaló una sonrisa—. Espérame aquí...

Lautaro había acomodado un colchón en la habitación de Pilar para que la niña durmiera allí mientras Alicia usaba su cama por los días que tenía de reposo. Al salir, Gaby se cruzó con Lautaro que le preguntó a dónde iba y ella le respondió que a comprar algunas cosas que Alicia necesitaría.

Un salto al vacíoWhere stories live. Discover now