26. Fuerte

1K 138 134
                                    


26

━━━━━━ ◦♛ ◦ ━━━━━━

Fuerte



Ni siquiera se habían cumplido las once de la mañana cuando la respuesta de Glas Hare llegó al palacio. Louis la recibió con una pizca de ansiedad recorriendo su cuerpo, y ni siquiera se preocupó en subir las escaleras para entrar a su oficina y leer la carta allí.

Se quedó parado en el hall principal, y abrió el sobre con extremo cuidado. Al retirar el papel de adentro y desplegarlo, vislumbró la caligrafía de Des.


Louis, nunca unas noticias se habían leído tan bien como estas, realmente no sabemos cómo agradecerte todo lo que has hecho para ayudarnos. Estamos en deuda contigo.

Iré hoy mismo a ver a Harry, no viajaré con Anne y Gemma porque no deseo dejar el reino sin nadie que se ocupe de él.

Espérame a mí, por favor, y a George de Gales. Deseo tener una reunión con ustedes.

Mis más agradecidos saludos, Louis

Desmond de Glas Hare.


Suspiró porque Desmond probablemente desearía llevarse a Edward de nuevo a su reino, pero no quería ni imaginar aquello. Buscó a su alrededor, deseando visualizar a alguien del servicio, y encontró a Chelsea, una mucama que estaba en la sala principal sacándole el polvo a una escultura. Se acercó sin dudar.

—Chelsea, disculpe que la interrumpa.

—Buenos días, su alteza ¿Hay algo en lo que pueda ayudarle?

—Sí, en realidad. En unas horas llegarán al palacio Desmond de Glas Hare y George de Gales. Desconozco si desean pasar aquí la noche, pero, por las dudas, mande a preparar dos habitaciones para ellos.

—Por supuesto, rey Louis —asintió— con su permiso —pidió para poder retirarse.

—Vaya, usted —permitió Louis, comenzando a dirigirse a las cocinas. Al entrar, distintos aromas llegaron a sus fosas nasales: estofado, pastas, algo dulce. La hora del almuerzo se avecinaba y todos estaban trabajando concentradamente.

—Buenos días —saludó Louis, y todos voltearon a verlo con una sonrisa.

Amaba que sucediera eso, además de ser el centro de atención, se sentía querido. El personal de la cocina respondió a su saludo con ánimos.

—Quería informarles que en unas horas tendremos aquí la presencia de los reyes de nuestros reinos vecinos, Desmond y George. Pensaba que quizás podían preparar algo especial para la hora del té.

—No será inconveniente —respondió uno de ellos y Louis asintió, satisfecho.

No se había dado cuenta de que todavía mantenía la carta de Des en su mano derecha, levemente arrugada, por lo que la depositó en el bolsillo de sus pantalones, mientras abandonaba la cocina con un saludo a sus empleados, y se dirigía hacia las escaleras. Al subir, fue directamente al pasillo de las habitaciones, dispuesto a ver a sus hermanas.

Primero entró a la habitación de Phoebe. Al abrir la puerta, se encontró con la joven sentada frente a su escritorio, escribiendo rápidamente en un papel.

—¿Qué es lo que haces? —preguntó, curioso.

—Buenos días, antes que nada —le reprochó sin despegar sus ojos de lo que hacía.

El príncipe del reino Azul [L.S]Where stories live. Discover now