Wattpad Original
Zbývají ještě 4 bezplatné části

La jefecita

17.7K 2.4K 3K
                                    

—¿Un club escolar? —pregunto con perplejidad, como suele hacer una persona con dudas. Y sabes que, si un capítulo comienza con una pregunta, las cosas están a punto de ponerse pesadas.

—Bro —dice Hayden, poniendo otro brownie frente a mí, esta vez con un par de frambuesas maceradas encima —, no eres el primer bad boy que intenta escapar de quien es. Puedes huir del destino, pero el destino te va a alcanzar con sus hermosas, redondas y fornidas piernas. Piernas del tiempo. Porque el tiempo es el mejor amigo del destino. Muy buenos amigos. ¿Me hago entender?

—No te entiendo nadita.

—La cuestión es —dice, inclinándose hacia delante con las manos cruzadas como un gerente explicándome por qué me están reduciendo las horas de trabajo que la alta gerencia pueda pagar el tercer yate de oro que el vicepresidente de comunicación quiere comprarle a su hija para su quinceañera—, los números hacen la fuerza. Ser un bad boy es una lucha constante contra el destino. Ser siempre el capitán del fútbol, ​​o el nuevo chico misterioso, o el tipo que rescata a la damisela en apuros...

—O ser huérfano —agrego a su lista de clichés—, o ser secuestrado, o ser objeto de una secta, o ser un detective amateur para resolver un misterio, o ser la única ancla emocional para alguien que necesita unos terapeutas dedicados y bastantes antidepresivos.

—Por ahí van los tiros —dice—. El punto es que tratar de hacerlo solo es inútil. Viste lo que sucedió hoy. ¿El viejo truco del ducto de ventilación? Eso es amateur. Lo hice cuando estaba en tercer grado. Cómete tu brownie antes de que se ponga duro. Odio cuando se me pone duro.

—De verdad deberías pensar antes de hablar —le digo. Pero es cierto, está demasiado delicioso como para dejar que se desperdicie.

—Intentaste todo para evitar todos los clichés, y aun así tienes una PCP detrás de ti, la atención del que debería ser, según lo que me dijiste que pensabas, el matón de la escuela, y detención. Es como tratar de ser vegano en una fábrica de queso. En algún punto vas a volverte loco y le meterás la cara a una rodaja de queso cheddar.

Sus palabras son convincentes, pero no tanto como las frambuesas. ¿Tienen algo de ron? Están divinas.

—Hablando de queso, ¿no tendrás algo de leche para bajar el brownie?

Me da una sonrisa de bad boy mientras agarra un termo de debajo de la mesa. —Pensé que nunca preguntarías. Te tengo algo mejor: leche dorada. Leche de almendras, un poco de cúrcuma molida, pimienta negra y mucho amor. Complementa la riqueza del brownie.

Vierte el líquido espeso y ligeramente amarillo en una taza, colocándolo suavemente frente a mí y cubriéndolo con una pequeña cucharada de lo que solo puedo asumir que es nuez moscada. Por favor, absténgase de hacer bromas sobre su líquido espeso y amarillo. Si bien no es lo más delicioso del mundo por sí mismo, se alimenta del ligero amargor del chocolate y el umami terroso de la avellana para crear nuevos sabores.

—¿Y tú cocinaste todo esto?, pregunto.

—Claro, bro —dice con una sonrisa de orgullo cubriendo su rostro—. Resulta que mis manos no solo son buenas para manipular pelotas. Todos los callos que he desarrollado las han convertido en lo que se conoce como manos de piedra. Puedo agarrar cosas calientes del horno o de una sartén y no quemarme. Y, sin embargo, son tan diestros que puedo realizar tareas delicadas, como decorar y empatar. Soy un bad boy por naturaleza, ¡pero también soy un chef nato! Por eso te necesito.

—Explícate —le digo.

Pone un brazo alrededor de mi hombro, acercándome a él, como si lo que está a punto de contarme fuera un secreto íntimo. En una cafetería vacía.

Bad Boys, Soft Boys, y otros descorazonados ~ 1 y 2Kde žijí příběhy. Začni objevovat