𝟎𝟖: 𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.

165 20 13
                                    

Rosslenne se dejó caer en la cama para seguido tomar su almohada ahogando un grito

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Rosslenne se dejó caer en la cama para seguido tomar su almohada ahogando un grito.

De todas maneras posibles en su cabeza jamás se imaginó encontrarse con Senjuro, menos con su hermano y conocerlo el mismo día. No sabía si considerarlo suerte o tortura.

Quizás ambas.

No quitaba que fueron interrumpidos, casi que no compartieron en tranquila privacidad. Tantas personas en el mismo lugar eran similares a una familia grande que constantemente estaban presentes. Aunque no le molestaba, simplemente lo consideraba extraño ya que por los momentos solo tenía a Tamayo, pero a los que quería como hermanos sin duda alguna se trataba de los hermanos Daki y Gyutaro.

¿Qué procedía? ¿Hablarle primero o esperar el mensaje del joven Rengoku? Ni hablar, su cabeza representaba un caos.

Mejor centrarse en lo verdaderamente importante. No debía distraerse con dramas adolescentes, en ese momento tenía que hablar aunque no quisiera con su tía y ver en qué día iba a conocer a su pareja. 

Evitando el tema amoroso y este le perseguía.

Al rato de hacer sus tareas escuchando música le parecía escuchar una canción afuera. De solo pegar el oído a la puerta se percató de que se trataba de nuevo de su vecino. Aunque el volumen no fuese alto pudo distinguir el estilo rockero.

—Quizás debería saludar... Después de todo nunca salgo de aquí además de estar en la escuela o cuando estoy con Daki o Gyutaro en otro sitio... ¿Y ahora por qué hablo sola?

Dio vueltas en la reducida habitación. Deteniéndose de vez en cuando levantando su mano pero volviendo a hacer una pose pensativa.

—¡Al diablo! Lo peor que puede pasar es que me cierren la puerta en la cara. —salió para dirigirse al apartamento.

Tocó con duda pero se mantuvo de pie mirando a su al rededor.

—¿Sí? —pero para su sorpresa un chico de cabello azabache le recibió. —¿Eh...? —se sonrojó por completo.

—Oh, hola. 

Ambos no se esperaban la presencia del otro. Rosslenne sonrió un poco nerviosa.

—Soy una vecina, conozco a Sanemi. 

—¿De verdad? Mi nombre es Genya, su hermano. —se tomaron de la mano.

—Rosslenne. Si no está puedo pasar en otro momento.

—¡No-no te preocupes! Puedes esperarlo si quieres. 

La castaña se detuvo a meditarlo. Nunca entró a otro apartamento y estar con un chico de por si le causaba vergüenza. 

—¿No hay problema con eso?

Aunque tenía sus riesgos estar a solas con alguien desconocido por alguna razón no notaba malas intenciones en Genya. Hasta le parecía tierno que se mantuviera tartamudeando en ocasiones.

𝓢𝓸𝓵 ¦ Senjuro RengokuWhere stories live. Discover now