De trizas, corazón

Se busca

Llevo días preguntando por ti.

He salido a la calle con el único fin
de encontrarte en alguna esquina refugiándote del viento,
o del amor a primera vista.

He pasado horas vagando por aceras desiertas,
pateando portales abandonados
y acechando en ventanas abiertas.

Me han echado a patadas de aquel bar
por haber roto todas las botellas
y destruido los espejos,
en un intento fallido de encontrarte en el fondo de ellas,
o de toparme con tu reflejo.

He recorrido cada pulgada de los valles de mi locura
para preguntarla el por qué de tu partida
y la huída de mi cordura.

He visitado a los profetas del amor
y me han dicho que éste ya no existe,
que se fugó contigo para olvidarse de sí mismo
y con un poco de suerte,
conseguir volver a estar vivo.

Y no conmigo.
Ni contigo.

Te he seguido a escondidas
esperando encontrarte en camas ajenas,
he llorado tu pérdida y anhelado tu regreso;
y es por eso que cada vez que abro o cierro una puerta
espero encontrarte con todo mi alma,
dentro o fuera de ésta amarga vida.