Hijo del Ladrón y nieto del Sol #⁰¹ ✔

CAPÍTULO 3

Growing louder, growing louder, growing louder

Whatever they believe

Is never what it seems

It's the hour, it's the hour, it's the hour

They're rising from beneath

And coming after me

-Foreign Figures

"Chill, it's only chaos"

[NARRA EVANDER]

AL terminar con los monstruos, corrí hacia donde se suponía que estaba Percy. Efectivamente, Grover acababa de meterse al baño.

En lugar de esperar al sátiro, tomé a Percy por su chaqueta azul y tomamos el primer taxi hacia el centro.

¿Necesitamos introducción de mi nueva madre? Sí.

El nombre de mi madre adoptiva es Sally Jackson y es la mejor persona del mundo, lo que prueba mi teoría de que las mejores personas tienen la peor suerte.

Sus padres murieron al estrellarse su avión, cuando ella tenía cinco años, y fue criada por su tío, a quien no le importaba mucho.

Ella quería ser novelista, así que pasó su vida trabajando para ahorrar dinero para la universidad con un buen programa de escritura y creatividad. Después su tío enfermó de cáncer y ella tuvo que abandonar la escuela en su último año para cuidarlo.

Después de que él muriera, ella se quedó sin dinero, sin familia y sin un diploma.

Lo único bueno que le pudo pasar fue conocer al papá de Percy.

O sea, Possy.

Percy no tiene recuerdos sobre él. Y mamá solo le dijo que era rico e importante, y que su relación era un secreto. Un día, él tuvo que partir en un viaje a través del Atlántico, y jamás volvió.

Evidentemente...

Se perdió en el mar, decía mamá. No murió. solo se perdió en el mar.

Me hacía gracia, ¿vale?

Ella hacía trabajos pesados, tomaba clases nocturnas para obtener su diploma de preparatoria, y criaba a Percy por su cuenta. Nunca se quejó o enojó. Ni una sola vez.

Semanas después de mi adopción, se casó con Gabe Ugliano, quien fue simpático los primeros treinta segundos que lo conocimos, y después mostró su verdadera cara de imbécil de primera. Cuando éramos pequeños, Percy y yo lo apodamos "el Oloroso Gabe", porque el tipo apestaba a pizza rancia y calzoncillos de gimnasio.

Lo siento, pero es verdad.

Entre los tres, le hicimos difícil la vida a mi mamá. La forma en que el Oloroso Gabe la trataba, la forma en que nos llevábamos... bien, cuando llegamos a casa es un buen ejemplo.

Entramos en nuestro pequeño apartamento, esperando que mamá ya hubiese regresado del trabajo. En su lugar, el oloroso Gabe estaba en la sala, jugando póker con sus amigos. La televisión estaba en ESPN. Papas fritas y latas de cerveza estaban tiradas por todos lados de la alfombra. A penas nos miró y sin quitarse su cigarro dijo:

─Así que estáis en casa.

No, estás alucinando.

─¿Dónde está mamá?