Hijo del Ladrón y nieto del Sol #⁰¹ ✔

CAPÍTULO 11

He does all that he should

Why is he misunderstood?

-Nico Collins

"Las únicas personas que se enfadan contigo por decir la verdad son las que viven una mentira"

LOS tres siguieron caminando entre los bosques que hay en la orilla de Nueva Jersey. El resplandor de Nueva York teñía de amarillo el cielo a sus espaldas, y el hedor del Hudson les anegaba la pituitaria.

A Evan le alegraba que estén vivos los dioses, así podía culpar a Tique y Zeus por la horrible suerte que estaban teniendo los tres.

Por ejemplo, si eres un mortal y estás huyendo de un autobús atacado por arpías monstruosas y fulminado por un rayo [y si encima está lloviendo] es normal que lo atribuyas a tu mala suerte.

Pero si eres un mestizo, sabes que alguna criatura divina está intentando fastidiarte el día.

─¿Qué le pasa a Zeus? ─dijo Evander enojado─. Encima que buscamos su maldito rayo maestro, nos manda un estúpido rayo al autobús, ¿no se da cuenta que lo único que hace es retrasar la búsqueda? ─dijo mientras pateaba una botella con fuerza.

Un trueno retumbó en sus oídos.

─Sí, te hablo a ti, cara de roca ─le gritó Dede al cielo.

Tal vez no era el mejor insulto, pero poco le importaba.

Otro trueno retumbó haciendo que Annabeth y Percy compartieran una mirada preocupada mientras Evander solo ponía los ojos en blanco.

Dede paró de repente, confundido al sentir como algo caía en su cabeza, se llevó los dedos a ese lugar e hizo una mueca de asco al ver que era excremento de pájaro, al mirar hacia arriba le tembló el ojo al ver que el ave que le había cagado encima era un águila.

El animal representativo de Zeus.

─Oh, eso es todo ─dijo furioso hacia el cielo─. Vuelve aquí, pajarraco cobarde ─le gritó mientras veía como el águila se iba y tomaba una roca para lanzársela.

Luego de eso miro hacia el cielo con los ojos entrecerrados y el rubio solo le sacó el dedo corazón al cielo ignorando el trueno que retumbó demasiado fuerte.

Siguieron caminando luego de que Evander se limpiara el excremento de pájaro del cuero cabelludo.

─¡Mierda! ─exclamó Dede al no ver una raíz y tropezar con ella.

Definitivamente hoy no era su día y oficialmente Tique lo odiaba.

Annabeth y Percy pararon de caminar y se voltearon hacia él con una mirada preocupada.

─¿Estás bien? ─preguntó Annabeth.

─Sí, solo vi que el suelo se sentía solo y me lancé a abrazarlo ─le dijo con sarcasmo.

Annabeth solo rodó los ojos exasperada y volteo la cara.

─¿Por qué no estás mojado? ─le preguntó Annabeth mientras veía la ropa seca de Percy con incredulidad.

─Hijo de Poseidón ─le dijo Percy con obviedad.

─Controla el agua, puede controlar cuando mojarse y cuando no ─le explicó Evander al ver la mirada confundida de la chica.

─Buscaremos un lugar donde comer y dormir, mañana buscaremos un medio de transporte ─les dijo Annabeth con su voz de planeación y los otros dos asintieron.