Hijo del Ladrón y nieto del Sol #⁰¹ ✔

CAPÍTULO 6

When the sharpest words wanna cut me down

I'm gonna send a flood, gonna drown them out

I am brave, I am bruised

I am who I'm meant to be, this is me

Look out 'cause here I come

And I'm marching on to the beat I drum

I'm not scared to be seen

I make no apologies, this is me

-Keala Settle

"Be that bitch"

DESPUÉS de eso, Grover salió, por lo que empecé a hablar con Will sobre mi padre biológico [que era su medio hermano], mientras el rubio hacía bromas sobre que ahora debía llamarlo "tío Will".

Pronto, escuché a mi hermano hablando con Grover en el porche, así que fui corriendo a por él.

Evidentemente, me despedí de mi tío Will- es raro llamar así a un niño de mi edad...

─Lo siento ─escuché a Grover sorberse la nariz─. Soy un fracaso. Soy- soy el peor sátiro en el mundo.

El sátiro gimió, pisando tan duro que su pie se desprendió. Digo, la zapatilla se salió. El interior estaba lleno con poliestireno, excepto por un hueco con forma de pezuña.

─¡Oh, Styx! ─murmuró.

El trueno rodó a través del cielo claro.

Mientras él luchaba por poner su pezuña de vuelta en el pie falso, Percy puso la misma cara de cuando por fin entendió un ejercicio de literatura.

Probablemente pensando en dos cosas:

Primero, que Grover era un sátiro.

Y segundo que, bueno, estábamos solos... Huérfanos.

─Ni se te ocurra lo que estás pensando, Perseo ─me acerqué a él con cuidado, sabiendo que estaba pensando en alistarse a la armada─. ¿Cómo te van a aceptar en el ejército? Eres un enano.

Literalmente él medía como 1'60, pero sabía que en unos años llegaría a 1'80 o por ahí, no me acuerdo exactamente.

Si yo medía 1'80 a los 12 años... no imagino mi altura cuando llegue la hora de ver al superman rubio.

─¡Evander! ¿Q-qué está pasando aquí?

─Percy, no entres en pánico ─palmeé su hombro con delicadeza─. Tranquilo.

El pobre sátiro parecía como si esperara ser golpeado.

─No fue tu culpa ─le dije a Grover, que todavía se sorbía la nariz.

─Sí, lo fue. Se suponía que debía protegeros.

─¿Te pidió nuestra madre que nos protegieras? ─alcé una ceja.

─No. Pero ese es mi trabajo. Soy un guardián. Al menos... lo era.

─¿Pero por qué-? ─Percy dejó de hablar y se tambaleó un poco.

─No te presiones ─dije suspirando─. Bebe ─le ayudé a sujetar el vaso lleno de ambrosía y poner la pajita en sus labios.

Mi hermano retrocedió la cabeza en cuanto dio un sorbo, pero lo acabó rápidamente con una mirada perdida.