Hijo del Ladrón y nieto del Sol #⁰¹ ✔

EXTRA #1 [no canon¿?]

REFLEXIONES DE UN HERMANO

Oh Ana, I'll be with you still

You are the angel that I couldn't kill

-Mother Mother

"Me arrancaría el corazón y te lo entregaría sin remordimiento alguno, mientras doy mi último respiro y mi última mirada solo para ti"

En medio de la fría madrugada, Nico Di Angelo despertó sobresaltado a causa de una de sus tantas pesadillas.

Si bien era cierto aquellos malos sueños disminuían con el tiempo gracias a la meditación que hacía antes de irse a dormir, seguían asaltando su mente de vez en cuando, privando su capacidad de poder descansar lo que quedaba de la noche.

Oh, y las ojeras...

No le gustaba ir a molestar a  ̶̷̶s̶̷̶u̶̷̶ ̶̷̶h̶̷̶e̶̷̶r̶̷̶m̶̷̶a̶̷̶n̶̷̶o̶̷̶  Dede, creyendo que al hacerlo, estaría siendo un desagradecido con él, pero cuando el miedo podía con Nico, se escabulló dentro del cuarto contiguo al suyo, en busca de refugio, y así hizo.

Abrió la puerta con cuidado, sabiendo que su  ̶̷̶h̶̷̶e̶̷̶r̶̷̶m̶̷̶a̶̷̶n̶̷̶o̶̷̶  amigo no solía dejarla bloqueada, y se sorprendió al ver que el niño se encontraba despierto, sentado en su cama mientras leía un libro de tapa dura y hojas gruesas, con la ilustración de un niño sujetándose la cara, lo que le pareció un tanto inquietante al hijo de Hades, que no se percató que Evander ya lo estaba mirando.

─Supongo que tuviste una pesadilla ─dijo el hijo de Hermes, sacando a Nico de su ensoñación─. Ven.

Sin perder tiempo, Nico se acercó al lado de la cama donde su  ̶̷̶h̶̷̶e̶̷̶r̶̷̶m̶̷̶a̶̷̶n̶̷̶o̶̷̶  amigo le dejó espacio y se metió, quedando tapado hasta el cuello, sintiendo la calidez de las suaves sábanas abrazar su cuerpo, dándole calor y brindándole la sensación de seguridad que estaba buscando.

Estaba ligeramente avergonzado por la actitud infantil que estaba mostrando.

─¿Qué estabas leyendo, Dede? ─preguntó con curiosidad.

─Es un cuento para niños, se llama El niño que se alimentaba de pesadillas ─respondió el rubio, enseñándole la portada, dejando que el hijo de Hades se apegara a él para mirar con más claridad─. ¿Quieres que te lo lea?

El asentimiento del más joven fue suficiente para Evan, que volvió a la primera página y se acomodó, acercando a Nico para que pudiera ver los dibujos lo mejor posible, rodeando su espalda con uno de sus brazos, dejando reposar su mano en el desordenado cabello, repartiendo suaves caricias, mientras con la otra se encargaba de cambiar la página.

La voz de Dede era suave y uniforme, mientras narraba la historia:

Un niño que se veía atormentado por las pesadillas de su pasado, cuya desesperación era tal que hizo un trato con una bruja para que ella se llevara sus recuerdos feos, a cambio de hacer lo que ella le pidiera. Pasaron los años, y el niño se hizo adulto. Ya no tenía pesadillas, pero por algún extraño motivo, no era feliz.

Una noche hubo luna de sangre y la bruja, por fin, volvió a aparecer, para llevarse lo que él había prometido a cambio de su deseo, y él le reclamó que por qué a pesar de que sus recuerdos desaparecieran, no podía ser feliz. Fue ahí que la bruja se llevó su alma, tal y como habían acordado, y le dijo:

─... Recuerdos dañinos y dolorosos, recuerdos de profundos pesares, recuerdos de lastimar a otros y de ser lastimado ─contó Evander, susurrando pero distorsionando su voz lo suficiente, como si la bruja estuviera hablando─. Recuerdos de ser abandonados, solo quienes tienen esos recuerdos enraizados en el corazón se vuelven más fuertes, fervorosos y emocionalmente flexibles. Y solo ellos pueden alcanzar la felicidad...