Romance

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Al andén Diagonal Norte

mucha gente lo llenaba.

Yo me encontraba con ellos,

por el medio caminaba.

A pesar de la frecuencia,

los subtes llenos pasaban.

Eran las seis de la tarde,

pasajeros no faltaban.

De repente, ¡oh, sorpresa!

Un tren vacío llegaba;

se ponen todos alerta,

hacia el borde se acercaban.

Y cuando se abren las puertas,

sentarse pronto deseaban.

Simultáneamente entran

y se atascan en la entrada.

¡Ay, qué desesperación,

tanta gente amontonada!

Un poquito de presión

solamente les faltaba

para liberarse al fin

y sentarse en las butacas.

Se cierran las puerta, y el

tren sigue como si nada.

VariacionesWhere stories live. Discover now