Siempre fuiste tú

CAPITULO 54

Pov: Atenea

Había escuchar de Antoni, muy pocas veces pero lo había hecho, para las responsabilidades o a lo que se dedica me lo imaginaba diferente.

Pero me atrevo a decir que es... guapo, su porte elegante sin duda impresiona al que sea.

— Puedes dejar de verlo— la voz de Christopher me saca de mis cavilaciones.

— Es... muy diferente a como lo imaginaba.

— Te quiero lejos de él, mantente a mi lado y trata de no llamar mucho la atención, James se encargará de acercarse.

— Deja la maldita paranoia que solo venimos hacer nuestro trabajo.

Los minutos transcurren, y Christopher habla con todos los empresarios, yo solo me limito a saludar, entre la plática comentan que hoy uno de ellos sacara al negocio una nueva droga.

— No quiero faltar faltarle al respeto a su mujer señor Whitman, pero estos son temas que solo me gusta tratarlos con hombre.

Maldito machista de mierda, me molesta si por a diferencia de otras ocasiones no es momento de replicar.

— Mi mujer es...

— Amor tranquilo, los señores solo quiere un poco de privacidad, necesito ir al tocado.

A través del antifaz siento como me aniquila con la mirada, pero es necesario, quiero que le digan lo más que sepan.

— Ve, de aquí te veo.

— Pierda cuidado señor, es un lugar muy seguro.

Tanto que logramos infiltrarnos.

Le doy un pequeño beso y comienzo a caminar a los baños.

— Teni, lo están haciendo muy bien, Parker subirá a las habitaciones intentando dejar los micrófonos que le di— habla Patrick por el pequeño audífono que tengo en el oído derecho.

Retoco mi labial y salgo, Christopher se encuentra en la esquina del salón, así que le doy más tiempo y voy a la barra.

Hay dos hombres platicando, así que no me siento aunque haya un espacio vacío.

— ¿Qué desea tomar? — pregunta Scott, ya que es el hombre que sabe los tragos.

— Agua mineralizada por favor.

— Enseguida.

Juego con el anillo en mi dedo, no puedo evitar estar nerviosa. De pronto escucha la voz de uno de los hombres llamarme paralizándome por completo.

— Bella signora— parece acariciar las palabras con su idioma natal— Buonasera, cosa ci fa una donna come te così sola in un posto come questo?

Bella dama.

Buenas noches, ¿qué hace una mujer como usted tan sola en un lugar como este?

Lo analizo completa y más detalladamente. Tiene ojos negros, lo que intensifica su mirada de depredador al acecho, no es muy fornido, tampoco infunde rudeza. Inspira clase y elegancia, parece de la realeza y, a decir verdad, es atractivo, muy atractivo.

— Aspettando— contesto en italiano y esbozar una sonrisa de medio lado, una sonrisa encantadora y peligrosa. Es el tipo de hombre problemático que aman las mujeres obsesionadas con lo misterioso. Lo veo y no sé si me está contemplando o me quiere matar

Esperando

Hace un gesto con la mano indicándole al otro hombre que se vaya.

— Impegno, vi lascio...