CAPITULO 72

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Pov: Atenea

Mañana es navidad y no puedo estar de lo más emocionada, aunque hemos tenido mucho trabajo Alex y Gauna nos dieron la indicación que empezáramos con la destrucción de los laboratorios desde antier. Involucraron a la central de Alemania sin razón alguna pero afortunadamente toda ha salido bien y eso me asegura que mañana será una noche muy linda, aún no he dicho a Christopher que sus papás nos acompañaran ni tampoco que organice la fiesta con los de la elite. Supe que Regina ira a México con mi familia y Reece aun no confirma pero igual pronto iremos a verlos.

Salgo de la reunión y me detengo para retocar mi labial antes de salir a buscar a mi amiga, Abby hoy está en la central y se encuentra con su tío Chris y su primito.

Al entrar en el ascensor aparece Christian.

— Hola.

— Hola.

Se remueve incómodo.

— ¿Como has estado? No hemos podido charlar mucho estos días.

— Lo sé el trabajo de esta semana ha sido muy agotador pero estoy muy bien, ¿tu como estas?

— Bien... ¿Como van las cosas con Christopher?

Su pregunta me toma por sorpresa.

— La verdad bastante bien.

— ¿Siempre quisiste regresar con él verdad?

— ¿Qué? — me desconcierta todo esto.

— Lo digo porque desde que te conocí estuviste muy a la defensiva conmigo, te negaste a todas las bebidas que te invite pero cuando él lo hizo... tu reacción fue diferente, no dudas ni un segundo y sin embargo aceptabas su toque y cercanía.

Salimos de elevador y caminamos a la par.

— Mi intención nunca fue ser grosera, solo no sabía cómo reaccionar, con Chris... es solo porque él sabe de sobra que estoy embarazada, entonces aun sin estarlo jamás me daría algo que supiera que me hará daño.

— Y yo tampoco — me mira ofendido y suspiro.

— Pero apenas te conozco.

— Lo entiendo, pero igual no hay que ser muy inteligentes para darnos cuenta el tipo de personas que son los Morgan. No busco ofenderte y tampoco quiero sonar grosero, pero en su naturaleza está el destruir, dañar sin importar quién.

— También lo sé. Sin embargo creo que es decisión mía si tomo el riesgo o no.

— ¿Tu lo amas?

— ¿Crees que me hubiera embarazado y criado a su hijo si no?

Se queda callado. Y estoy por hablar pero por milésima vez mi celular suena de nuevo.

— Debo contestar hablamos después y ponte a trabajar— me excuso y camino hacia la torre de tenientes.

Me debato en si contestar o no, pero al final lo hago.

Diga.

La maldita respiración se comienza a escuchar poniéndome alerta.

— Disculpa no se quien seas pero si no vas a hablar evítate la pena de estarme llamando.

— Atenea de la Torre, me puedes comunicar con ella— la voz es casi inaudible pero sé que es una mujer.

— Ella habla.

Hay otro momento de silencio. Y comienzo a contar el tiempo pon el reloj.

— Necesito verte. necesitamos vernos.

Siempre fuiste túWo Geschichten leben. Entdecke jetzt