Amber Y Nelly

- NELLY - 4

12 AÑOS.

Los ojos de mi padre, de mi tía Amy y de Daney están sobre mí.

Estoy metida en problemas, acabo de ser suspendida de la escuela después de que un profesor me viera besar a una niña.

- ¿No vas a explicarnos? - papá pregunta con voz grave.

- Yo... - me siento nerviosa - Yo hice eso que dijeron.

- ¿Por qué lo hiciste?

- Porque...

- ¿Estaban jugando?

- Eh...

- Responde, cariño - la tía Amy me pide.

- Yo… Sí... Jugábamos y paso, pero, no hice nada malo, solo juntamos los labios un segundo.

¿O si es malo?

- ¿Dónde aprendiste a hacer eso? ¿Alguien te obligo? ¿Fue la otra niña? - la tía Amy pregunta.

- No... Solo lo hice... No lo aprendí de ningún lugar.

- ¿Estás segura?

- Sí - respondo.

Miro a los dos y creo que noto que están molestos conmigo, pero aún no entiendo por qué.

- Debe ser solo un juego de niños - la tía Amy le dice a papá - No te preocupes.

- Sí... Tendré que hablar con la directora y explicarle que solo fue eso - papá se aleja.

- Bien - la tía Amy voltea a ver a Daney - Escucha Daney, no quiero que tú juegues de esa manera, ¿ok? No beses a nadie que no sea de tu gusto y espera a que seas más grande, ¿entendiste?

- ¿Por qué lo haría? La boca tiene muchos gérmenes - Daney hace un gesto de querer vomitar - Por eso no juego con nadie, los niños hacen juegos raros.

- Bien, no lo hagas - la tía Amy le vuelve a pedir - Nada de besos.

Daney asiente y su interés por lo que sucede acaba, ella se levanta del sofá y se va hacia la cocina, seguramente para buscar a su nana, la señora que la cuida.

- Nelly - la tía Amy vuelve a hablarme - No vuelvas a juzgar así, ¿está bien? No quiero que la gente hable mal de ti, pueden pensar cosas raras.

- ¿Pensar cosas raras? ¿Cómo qué? - pregunto.

- Sí, van a pensar que eres homosexual, así que deja de hacer cosas así.

- ¿Homosexual?

- Sí, de esa gente que tiene gusto por personas de su mismo sexo.

¿De su mismo sexo?

- Ellos no son aceptados por la gente, así que viven una vida muy triste y miserable. No dejes que la gente diga que eres uno de ellos o también estarás triste.

- Pero no quiero estar triste...

- Entonces no hagas más esos juegos, ¿ok?

- Ok.

- Bien, ve a lavarte las manos, van a servir la cena.

Hago lo que me piden y después cenamos en silencio.

En la cena no se habla más de lo que hice, pero al día siguiente que no puedo ir a clases, papá y la tía Amy vuelven a pedirme no hacer esos juegos y que no le enseñe nunca nada de eso a Daney.

También me pidieron que al regresar a la escuela no permita que me llamen homosexual.

- Homosexual - repito.