Amber Y Nelly

- AMBER - 6

18 años.

Observó la habitación en la que quede. Es pequeña y debo compartirla con alguien más.

No me gusta, pero al menos tiene ventana y una puerta que se abre por dentro, es más de lo que tuve en las últimas semanas.

- Tienes que comportarte, acepte que vivieras aquí solo porque tu madre me lo pidió - papá me dice mientras deja mis maletas - Sigues teniendo las responsabilidades que te di, así que concéntrate en los estudios.

- Sí, padre...

- Eso es todo, recuerda que debes ir a casa cada quince días, así tendré informe de tus progresos... Ah y tendrás que llamar al menos una vez a la semana.

- Sí, padre...

- Sabes bien que personal aquí me conoce y que si llegas hacer cosas indebidas seré el primero en saberlo. Parece que uno de mis amigos te dará una de las materias, así que le encargue que te ponga especial cuidado, ¿entiendes?

- Entiendo.

- Bien... Me voy - se acerca a la puerta - No olvides que tenemos una cena este fin de semana para anunciar tu noviazgo con Vicent, sus padres ya confirmaron su asistencia y la de sus amigos.

- Sí...

- Te veré luego.

Asiento y respiro profundo cuando él ya no está más.

Creo que lo normal sería sentir que extraño ya a mis padres, pero me siento aliviada de no estar más con ellos.

- Dios...

Me siento en un de las camas y me pongo a respirar para tranquilizar mi ansiedad.

Por fin salí de esa habitación, pero, sigo sin querer vivir más.

- Hola - alguien llega de repente - ¿Eres Amber Collins?

Abro los ojos y veo a una chica afroamericana luciendo unos grandes risos.

- Sí - respondo.

- Genial, soy tu compañera de habitación. Escuché que tus padres son estrictos y para tu buena suerte los míos también, así que las reglas se basarán en horas de estudios sin límites, la luz encendida hasta el momento necesario, sin música y sin fiesta... Puedes tener sexo cuando yo no esté, pero trata de ser rápida.

La veo votar una gran maleta a la otra cama mientras habla con rapidez.

- Y lo más importante será no tocar más cosas de la otra, ¿tienes algo que agregar? - pregunta.

- No...

- Genial, tengo que salir, adiós.

La veo irse a toda prisa.

Vaya eso fue extraño. Sabía que iba a tener una compañera de habitación, pero, eso me tomó por sorpresa.

- ¿Ella dijo su nombre? - me pregunto - No... pero, no importa.

Me tiro a la cama por completo y me pongo a pensar en lo que estoy viviendo.

Mi vida universitaria comenzó.

Estoy por cursar una carrera que no sé si me agrade, en una universidad que no quería como primera opción y en una habitación estratégicamente adquirida por mi padre para mantenerme vigilada.

Los peores años de mi vida empiezan y aún no estoy preparada.

Me levanto de la cama sintiéndome derrotada, busco el celular que mi padre me dejó tener y escribo un mensaje.

** Te necesito **

Le mando el mensaje a Luis y no espero por su respuesta, sé que él no vendrá a salvarme y ni siquiera se molestara en contestar.