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SIN PDV

En aquel pisito se respiraban aires de amor. La primera en llegar fue Chiara, quien no dudo en beber un poco de agua nada más llegar y quedarse mirando las.llaves con las que había ingresado.

¿Había entendido bien? ¿Violeta le había cedido un juego de llaves? Tenía muchos interrogantes pero aquel no era el momento de las respuestas.

La morena suspiro y se dirigió a la habitación en dónde tenía intenciones de comenzar a quitarse el vestido Pero justo en ese entonces llegó Violeta y no se lo permitió.

-Chiara ¿Que estabas por hacer? -Le dijo sabiendo que esto iba a frenarla y darle tiempo a llegar hacia ella.

-Joder, me estaba por sacar el vestido. -Le responde como si fuese evidente.

-No, ven aquí. Ese vestido va a caer pero cuando yo quiera que lo haga.- Dijo segura y Chiara suspiro antes de acercarse a ella.

En cuanto se acercaron Violeta no tardó en unir sus labios con los de la contraria, como si todo el deseo contenido de la noche al fin pudiera salir a flote. Se besaron y se desgastaron un buen rato, sus manos buscaban desesperadamente el contacto con la piel de la contraria, había hambre, había necesidad, había amor, mucho amor acumulado que no había podido ser capaz de salir en toda la noche.

Violeta en un momento le indico a Chiara que se girase y está obedeció mientras la pelirroja se encargaba de deshacerse de aquella prenda que le quedaba preciosa a su chica pero que mucho más preciosa quedaba en el suelo de aquel living.

-Tu también -Dijo Chiara con su voz arenosa y soplada. Y se lanzó a quitarle a la pelirroja toda aquella tela que sobraba sobre su piel.

Quedaron ambas desnudas frente a frente, mirándose a los ojos, mirándose sin barreras de por medio, sin nada mas que ellas allí presente, sin miedos , sin inseguridades, sin preocupaciones. Esa noche había roto una de las barreras más importantes para el vínculo entre ellas, esa noche habían logrado dar el paso que sabían que les abriria la puerta para que muchos otros pasos puedan darse y aquello no era algo oara pasar de largo .

-Te amo, lo hemos logrado-Dijo Chiara

-Siempre confie en ti amor, sabía que lo lograriamos. Ahora solo nos queda festejar. -Agrego la pelirroja mientras dejaba caricias por el cuerpo de la contraria.

Chiara por su parte era un torbellino de emociones por un lado estaba extasiada de tener a la mujer de su vida frente a ella en esas condiciones y por otro lado emocionalmente estaba al borde de explotar de emoción por lo mucho que significaba para ella aquel paso que habían dado.

La morena terminó dejándose llevar por lo primero y decidió subirse a horcajadas de la pelirroja sabiendo que era su momento de tomar el control, al fin.

Devoró los labios de su chica con intensidad, desgastandolos intentando demostrarle cuanto le gustaban y cuan feliz estaba de tenerla allí con ella. Bajo los besos por su cuello y pudo sentir el momento exacto en el que la pelirroja había asumido la derrota, ese momento en el que Violeta se entregó a ciegas a Chiara y esa noche fue esta última quien marcó las pautas de como se darían amor. Ese amor que por un tiempo estuvo guardado y protegido para cuando llegase el momento en el que fuese el momento correcto, porque si algo tenían claro ahora era que ellas se habían enamorado siendo la persona correcta en el momento equivocada y ahora, finalmente les había llegado el momento.

Unas horas más tarde se encontraban aún despiertas con las piernas enredadas  usando las últimas líneas de energia que aún les quedaban, se dedicaban caricias, se besaban, se cuidaban, se mimaban. Estaban allí existiendo juntas y amándose, porque si, porque no necesitaban más, porque ya se habían dado todo y más.

Odio que no te odio - KIVIWhere stories live. Discover now