── Ay vamos, Ale, no fue para tanto──dijo el ruso, tocando a la puerta de la habitación del alemán──. No tienes de qué avergonzarte.
── ¡¿No lo tengo?!──el alemán estaba bajo las sábanas de su cama, como una tortuga en su caparazón, aún sonrojado──.
── No lo hice en el cuello, no lo notarán──no pudo evitar reírse──.
── ¡Eso no es el problema!.
── ¿Entonces?.
── ¡Maldita sea, Rusia, esa estúpida app me exhibió!.
── Ah sí, que te había gustado lo suficiente para añadir dos días a la cuenta──mencionó como si fuera totalmente normal──.
── ¡No lo repitas!──Alemania se volvió a esconder en su caparazón de cobijas──.
── Ya~ no ha sido algo tan grande──habló mientras volvía a tocar la puerta──.
── Nein...──dijo con un puchero y el rostro hundido en las sábanas──.
── Abre y te compro un nuevo libro──Dijo mientras se miraba las manos con "desinterés". Una táctica simple, pero sabía que efectiva. Pronto escuchó el seguro de la puerta abrirse──.
Rusia pudo sentir la flecha de cupido atravesar su pecho al ver el rostro del alemán, aún un poco sonrojado y con el ceño fruncido, pero que no pudo evitar recordar a un gatito.
── Más te vale cumplirlo...──dijo mientras abría la puerta──.
Un gatito enojón y malhumorado.
── Bien, pero antes hay que seguir.
── No, no, eso no fue lo que dijiste──estando a punto de encerrarse nuevamente, Rusia tomó su brazo y lo hizo pegarse a su pecho──.
── ¿Pero por qué no?──Rusia hizo un puchero──.
── Es vergonzoso...
── ¿Lo es?──el ojiazul levantó la barbilla del contrario para que lo viera a los ojos──. ¿Te avergüenzas de mí?.
──... No es eso, lo sabes──apartó su mano con molestia──.
── ¿Entonces?.
── Ugh...──Alemania apretó los dientes con molestia── ¡No, ya no más!──dijo ya a nada de soltar un golpe──.
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El humo del campo de entrenamiento se dispersaba gracias a que estaban al aire libre, de lo contrario, Rusia ya habría agarrado una neumonitis grave. Parecía que Alemania se estaba desquitando de lo que le quería hacer a él con los pobres muñecos de entrenamiento, cosa que agradecía pues él aún tenía algunas cosillas que arreglar antes de visitar a San Pedro.
