Strawberry Shortcake.

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Hoy me levanté y estaba re contenta.. El director estaba muerto, tenía una nueva amiga y hoy... ¡HOY HAY CLASE DE NATACIÓN! que emoción, la puta madree.

Igualmente, teníamos a la última hora, así que primero me fui a la clase de títeres, ahí estuvimos dibujando estilos de ropa, decoramos títeres e hicimos obras con los títeres, igual...te choto, porque la maestra Penélope siempre nos gritaba y los demás estaban te loquitos como la otra vez... Cómo sea, siempre tenemos dos horas, así que la última hora sería la hora de natación.

Me fui ansiosamente a los vestidores, todos tenían lindos trajes de baño, pero.. me dieron uno más diferente que se veía más corto y mostraba más, eso me la re bajo, estaba re insegura ahora... Me quedé un rato encerrada en mí vestidor, pensando en salir o no salir, ya que iban a haber chicos también...y contando que ahí son todos te pajeros, me dio miedo.

El silbato para empezar la clase sonó, me puse nerviosa y desesperada, mí corazón latía por miedo y m largué a llorar... Hasta que escuche como alguien golpeó la puerta de mí vestidor.

- ¿Hola Jo?, ¿estás ahí? ─ Pude notar que era Emma, y después hablo Delfi.

- Che, boluda, dale, salí, no sea' gila. ─ Llegue a escucharla con ese acento villero de siempre, seguía nerviosa pero intente de calmarme.

Aclare mí garganta y soné mí nariz.

- Hola... Ehm... No sé en hacer la clase ahora... ─ Dije yo con un pequeño susurro.

- DAA, dale, gila, no sea' ortiiivaaa. ─ Delfi golpeaba la puerta más fuerte mientras decía eso y llegue a escuchar las risas de Emma.

- Pero... ¿Por qué no querés ir? Antes estabas muy emocionada y ahora no, ¿que paso? ─ Me preguntó Emma, y escuché como se apoyó contra la puerta.

- E-es que... No... No me gusta la maya... ─ Respondí yo y ellas se rieron.

- Ay, Joo, no pasa naada, ¡esto no muestra nada! ─ Me respondió Emma entre risas.

- Maal, e' verda'... No le de' vuelta' y vení, dale, salí de ahí... ─ Dijo Delfi mientras seguía golpeando la puerta.

Yo suspiré y salí de ahí, y ahí ellas notaron como la maya era más corta.

- Ay... ¿Que paso? ─ Dijo Emma mientras fruncía las cejas.

- Seguro que lo puso el Leo ese, ese era un pajero... Que bueno que lo mataron, si no, pf... ─ Dijo Delfi mientras hacía señas y movimientos con la cabeza.

- Bueno, quédate tranquila... No va a pasar nada, ¿si? ─ Ella me acarició el hombro con una sonrisa empática.

Cuando Emma dijo eso, Delfi se dio vuelta y la miro con los ojos bien abiertos.

- ¿Que te pasa? ¿Que, eta loca vo'? Acá son todo' re pajero, mal... No sabe' yo me vine para acá má' temprano y vi que habían uno' pibe' mirando a la piba' mientra' se cambiaban, ¿So' boluda? ─ Delfi le dio un golpecito en el brazo y le hizo un gesto de arriba a abajo con la cabeza y hacia expresiones.

- Ay, bueno, idiota... Si alguno le hace algo o le pega el ojo, yo voy y le hago lo mismo que le hicimos a el director, yo no tengo problema, eh, además, las ganas me sobran. ─ Le respondió Emma con el ceño fruncido, después revoleo los ojos y suspiró.

- Bue, bue, bue, no importa... Ya fue... Vamo' y listo. ─ Les respondí mientras suspiraba y miraba hacia afuera de los vestidores.

Las tres nos fuimos, yo me iba tapando con mis brazos, notamos que las chicas ya estaban practicando y los chicos no estaban, me sentí aliviada.

- Chicas, llegaron tarde... Van a hacer el ejercicio después de ellas. ─ Nos comento la profesora de natación mientras se retiraba.

Yo me volví a poner nerviosa, mire hacia arriba y vi que en un pequeño balcón habían chicos mirando a las chicas que salían de la piletas, todas mojadas... Ellos se reían y les decían cosas, pero las chicas los ignoraban, ojalá poder ignorarlos como ellas hacen, las veo como diosas.

Después de unos minutos, la profesora nos indicó que vayamos a hacer la actividad, y ahí estaban los chicos, sentados en una banca, mirándonos... Había uno que me miraba mayormente a mí, me ponía nerviosa y empecé a desesperarme y tener ganas de llorar, se notaba en mí cara.

- Jose... ¿Todo bien, linda? ─ Me pregunto la maestra con cara de preocupación mientras me miraba.

AL FIN UNA MAESTRA BUENA, LA CONCHA DE LA LORAAA.

- Ahm... Si... Si, si todo bien... ─ Le dije yo, secandome las lágrimas de mis ojos y sonriendo.

- No... No estás bien, corazón... Algo te pasa, lo notó en tu cara. ─ Ella se acercó a mí y me miró con más preocupación.

- No, no, tranqui... No hay drama... ─ Le respondí yo mientras nadaba hacia otro lado, los chicos siguieron riendo y mirándome fijamente...

Después de la hora de Natación, nos fuimos a cambiar y después a el recreo, mientras me cambiaba las lágrimas caían por mis mejillas hacia el suelo, la pasé re mal ahí... Después salí ya con el uniforme puesto, mientras me secaba las lágrimas y fingía una sonrisa.

Cuando salí fui con mis amigas y Emma me golpeó un poco en el brazo antes de que yo pudiera hablar.

- ¡¿Por qué no le avisaste a la maestra por lo de los chicos?!, ¿Sos idiota o te haces? ─ Se cruzó de brazos, re caliente.

- Maal, es verda'... Tuvi'te que haberle dicho, no podia' e'ta' así en toa la hora.─ Asintió y dijo Delfi mientras se cruzaba de brazos.

- Bueno... Ehm... Tienen razón, tuve que decirles... Fue mí culpa, fue mi mí error... ─ Me encogí de hombros y mire hacia abajo.

- Bueno, bueno... Ya está, no importa... Vayamos a el área de juego, ahí refrescarse tu mente. ─ Dijo Emma con una sonrisa, y yo obviamente accedí.

Nos fuimos a el patio yo y Emma, Delfi se fue a otro lado a fumar.

Cuando llegamos a el patio, tuve un mala sorpresa, estaban los chicos de la pileta, y cuando llegue, se me quedaron mirando, una vez más quise llorar y Emma lo notó...

Las dos nos sentamos en el suelo y charlamos un rato, reíamos y decíamos pavadas. Hasta que Emma la llamaron y ella se tuvo que ir, dejándome sola... Ahí vi como los chicos se me acercaron, así que intente ignorarlos desviando la mirada.

- Ehh, pibita, no te haga', che... ─ Eso me susurro un chico mientras me agarraba de la barbilla y me elevaba la mirada. Al parecer venían de mí mismo pais, eran de Argentina, lo noté por el acento.

Ellos se reían y me decían cosas degeneradas, me dio asco... Intenté defenderme, pero no pude, hasta que vi que Emma se acercaba muy enojada, todos se alejaron menos el que me estaba hablando.

- ¿Me escuchaste, nena? Vo' so... ─ Fue interrumpido porque Emma lo agarro y lo tiró a el suelo.

- ¡¿QUE TE PASA, IDIOTA?! ¿NO SABES RESPETAR? ─ Empezó s darle golpes como Penny a mí la otra vez.

Todos veían la situación, algunos horrorizados, otros se reían, y otros alentaban a cualquiera de los dos. Después, Emma lo soltó.

- Ojalá te quede claro, pajero... ─ Le dijo ella y lo dejo en el suelo, justo cuando sonó la campana para la hora de almorzar.

K-12 is back... Where stories live. Discover now