Número desconocido: Most nights I hardly sleep when I'm alone
Cleo: Tómate algunas pastillas para dormir
Número desconocido: Now please don't go
Número desconocido: Oh no
Cleo: ¿Sabes? Yo tenía ganas de ir a un parque de atracciones, entre los zombies, sí, gracias por decirme que no vaya. Hubiera sido algo incómodo aparecer ahí.
Número desconocido: I think of you whenever I'm alone
Cleo: Vale ¡ya!
Cleo: Eso suena demasiado mal
Cleo: Si no me hubieras avisado ya tres veces para que saliera con vida te estaría bloqueando.
Cleo: O lanzándote el móvil a a cabeza
Número desconocido: So please don't go
"Número desconocido te ha mandado un audio"
Número desconocido: 😊🎶
Cleo: No está mal
Número desconocido: ¿Solo eso?
Número desconocido: Te lo perdono porque estoy echando una carrera
Número desconocido: Casi me caigo por mirar al móvil
Número desconocido: Amo las vallas
Número desconocido: Me casaría con una valla si pudiera
Cleo: ???
"Número desconocido te ha enviado un vídeo"
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Cleo: ¿Sabes? Deberías dejar de grabar a los zombies y empezar a correr más
Número desconocido: Que tierna, crees que me podrán alcanzar
Cleo: No lo dudo
Número desconocido: Soy demasiado rápido para ellos
Cleo: Ya, recuérdamelo cuando te muerdan
Cleo: Por cierto
Cleo: ¿Qué es mejor? ¿Un cuchillo o una pistola? Lo digo porque no encuentro silenciadores y las pistolas hacen mucho ruido
Número desconocido: Si no hay silenciador cuchillo, a no ser que encuentres una ballesta, hace tiempo que estoy detrás de una de esas
Cleo: Gracias:)
Número desconocido: Cleo, ¿dónde estás?
"Cleo ha enviado una imagen"
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Cleo: Esto es una ballesta ¿no?
Cleo: Es la única que he encontrado fuera de las cajas
Cleo: ¿Es buena?
Número desconocido: ¿Dónde estás?
Cleo: ¿Es buena o no?
Leído 12:34
Cleo le gritó a la pantalla de su móvil. El chico acosador acaba de desconectarse. La única persona que podía darle su opinión en ese momento y se desconectaba. Un nudo se formó en el estómago de la rubia, aunque no le conociera ella esperaba que no se hubiera desconectado por algún ataque sorpresa. Sentía que se lo debía. Él la había ayudado más de una vez.
Una sombra atravesó el cristal de la tienda. Ella se giró bruscamente, tomando lo que más cerca quedaba de su alcance. La puerta se abrió, dejando ver a un chico castaño de ojos claros. Cleo pudo respirar tranquila.
— Me has asustado, Jason — Se quejó ella. Él desvió la mirada hacia el arma con el que ella le estaba apuntando.
— ¿Me ibas a golpear con una calculadora? — Preguntó él, Cleo bajó la mirada avergonzada — ¿O ibas a empezar a hacer operaciones hasta aburrirme? — Jason no pudo evitar reír con fuerza — Por cierto — Dejó su mochila sobre la encimera en la que ella había dejado la ballesta — Ya tengo las provisiones y, guau, esa ballesta es preciosa.
— ¿Servirá? — Cleo jugaba con sus manos, entrelazando los dedos con nerviosismo, sabiendo que la ciudad estaba prácticamente desierta salvo por la horda que habían esquivado veinte minutos atrás.
— Claro — La tranquilizó él — ¿Sabes usarla?
— No
— Tranquila — Una sonrisa tiró de los labios de Jason — Puedo enseñarte.
