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Cuarenta

Jason se movía nervioso por los pasillos, volviendo a la misma sala por la que ya había pasado trece veces en los últimos cinco minutos. Una sola mirada del sargento le fue suficiente para saber que aún no había señales de los "supervivientes" 

Había pasado más de un día desde que habló por última vez con ella, debieron haber llegado al anochecer, y en esos momentos, a las tres de la mañana, aún no había rastro. Entonces el coronel se movió bruscamente, fijando la mirada en la cámara de vigilancia.

Por un momento Jason sintió como el aire volvía a sus pulmones, pero mientras que el sargento y otros guardias salían él se fijó mejor en lo que veía en la pantalla.

Rupert estaba solo.

Con la mochila de Cleo sobre su hombro.