Capítulo trece

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N/a: Me alegra que os esté gustando la historia  Somos 87 en historia corta, no me lo esperaba ni de lejos, ¡gracias!

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Número desconocido: Cleo ni se te ocurra

Número desconocido: No

Número desconocido: Aléjate ya de esa cosa

Número desconocido: ¡Cleo no lo levantes del suelo!

Número desconocido: ¡Suéltalo! ¡Corre lejos! ¡Ya!

Número desconocido: Déjalo ahora que puedes

Número desconocido: Dime que no acaba de morderte

Número desconocido: ¿Y vuelves? ¿Qué clase de instinto de supervivencia tienes tú?

Número desconocido: Podrías al menos leer los mensajes.

Cleo: Hola 😕

Número desconocido: Has dejado que te muerda.

Cleo: Era mi bebé :(

Número desconocido: ¡Es un bicho asqueroso!

Cleo: ¡No le llames así!

"Cleo ha mandado una imagen"

"Cleo ha mandado una imagen"

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Cleo: Está solito....

Cleo: Mi bebecito 😢

Número desconocido: ¡Es un chucho pulgoso!

Cleo: Un cachorro de labrador precioso*

Cleo: No puedo dejarlo aquí solo

Cleo: Voy a llevármelo

Cleo: Tiene que estar hambriento

Número desconocido: Déjalo donde está

Número desconocido: No te lo lleves

Número desconocido: ¡Podría tener la rabia! ¿Estar contagiado?

Número desconocido: Y ya lo tienes en brazos....

Número desconocido: Oh, mierda.

Cleo, aún con el cachorro en brazos, golpeó con el pie la puerta de la vieja mansión "abandonada". Tres minutos después la puerta seguía sin abrirse y los nervios de ella estaban a flor de piel. Hasta que un chico vestido con ropa deportiva atravesó el jardín.

  — ¿Echándome de menos?— Preguntó Jason, con una mueca en el rostro desde antes de ver al cachorro— No me puedo creer que hayas traído a una bola de pelos.

Ella abrazó con más fuerza al labrador, como si lo protegiera— Estaba solo. No podía dejarle.

Jason ni siquiera lo miró, usando la llave que habían encontrado en la encimera la primera vez que entraron para abrir la puerta— Cuando el bicho desaparezca, cuando le atrapen, entonces te arrepentirás de haberlo traído y haberte encariñado con él. 

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