¡¿ESTAS BROMEANDO?!

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Capítulo 5

— ¿Lista? —Le pregunta Shawn a través de la puerta, Mack sale haciéndolo retroceder.

No estaban vestidos para la gran cosa, de hecho solo iban a dar la vuelta y tal vez ir por un helado. Así que Mack se puso un short tiro alto de mezclilla con una camiseta que le quedaba algo grande, por lo que se la amarro de lado, tenis blanco, sus chinos en media coleta y sin casi nada de maquillaje a excepción del delineado y mascara en sus pestañas. Y ese simple atuendo basto para que Shawn sintiera sus manos hormiguear, pero no les hizo caso.

—Si. —Le hace un gesto con la cabeza para salir y bajan las escaleras, Mack un escalón más arriba para poder admirar a Shawn un rato. Trae un pantalón de mezclilla y una camisa blanca, con tenis blancos igual y su cabello sin siquiera peinarlo y aun así Mack lo veía como la mejor creación de la historia.

Cuando están por salir ven a Charlie bajar de un taxi y como se tambalea hasta llegar a ellos.

— ¡Hey chicos! ¿Iban a salir? —Mack se tapa la cara de vergüenza por su hermano y para evitar el olor a alcohol que emanaba.

— ¿Cuánto tomaste Charlie?

—No sé. —se encoje de hombros sonriendo como idiota. —Oigan, tengo hambre, no he comido nada, ¿Qué hora es? Iré por comida y...

—No, tú te quedaras y te darás un baño mientras yo te preparo algo de comida. —Dice Mack tomándolo del brazo al ver su intención de irse por comida.

—No sé qué haría sin ti linda. —Le besa la cabeza y Mack hace una mueca.

—Morirte y no me digas "linda" si no quieres una patada en donde no te da el sol. —Dice encaminándolo a su cuarto.

—Graciosa Mack, graciosa, ¡oh mira! Jabón de lavanda, quiero oler rico, me lo quedo.

—Es tuyo idiota, tienes gustos afeminados por si no lo recuerdas.

—A veces me pregunto cómo cabe tanta maldad en tu corazón. —Le dice de forma ofendida, Mack ríe mintiéndolo al baño y cerrando la puerta. Al dar la vuelta choca contra Shawn.

—Perdón, no te vi.

—No te preocupes, ¿Quieres que vaya por algo para comer? Igual ya falta poco para las dos de la tarde.

— ¿Harías eso? ¡Gracias! —Lo abraza agradecía pero se separó rápidamente al darse cuenta de lo que hizo y se aclara la garganta. —Eh...hay un restaurante italiano a unas cuadras de aquí, pasando la avenida y tienes una lasaña buenísima.

—Lasaña será. —Le sonríe y se da la vuelta para ir por la comida. Mack suspira y sonríe de manera idiota, como siempre lo hace cuando él no la mira.

—Pero sí que estás loca por ese canadiense Mackenna. —Mack voltea asustada a la puerta del baño y de esta sale la cabeza y medio torso de Charlie, que le sonríe de forma picara. Mack rueda los ojos en su dirección y se quita uno de sus tenis para lanzárselo pero solo logra darle a la puerta y escuchar la risa de su hermano. — ¡Fallaste! —Le grita desde adentro.

— ¡Solo espera a que salgas! —Le grita de regreso pero solo escucha su risa.

—Mack. —Quita la vista de su celular y mira a su hermano, tenía el pelo húmedo y tenía puesta su pijama. Mack le hace una señal para que entre y Charlie se sienta a su lado.

—Perdón por llegar así, estuvo mal. —Recarga su cabeza en el hombro de su hermana y ella le acaricia el cabello húmedo.

—Tranquilo, me enojaría si hubiera sido lunes, pero es domingo, no te preocupes. —Le da una sonrisa.

¡HEY! ME DEBES UNA FOTOWhere stories live. Discover now