Capítulo 9- Aléjate de él.

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-Joder. No gritéis tanto.- Nick hundía la cabeza entre sus manos, mientras olisqueaba el zumo de naranja y su cara se removía de fatiga.

-No estamos hablando Nick.- Dije mientras me llevaba el zumo a la boca.

-Eso querido hermano, se llama resaca.- Joe le daba golpecitos en la espalda, se giraba y se servía una taza de café. Exacto, Joe, bebiendo café. Algo extraño.

Yo me encontraba sentada en la mesa, frente a Nick. Noah se estaba duchando, listo para marcharse a su casa de nuevo. Denisse y mamá habían salido a hacer unas compras. Por extraño que pareciera Joe y yo llevábamos toda la mañana en la misma habitación. Cuando llegué hacia aproximadamente media hora a la cocina él ya estaba allí, preparándose su desayuno. Yo me había quedado más o menos 5 minutos en la puerta en silencio, peleando con mi cabeza por si debería entrar o volverme a marchar a mi habitación. Hasta que apareció Nick y literalmente me empujó al interior de la cocina. Joe sólo nos echó una mirada y siguió con lo suyo, ni se preocupó en saludar. Típico.

-No recuerdo en qué momento de la noche le di mi número de teléfono a esa chica.- Nick se ponía las gafas de sol en la cabeza y toqueteaba el móvil, mientras se frotaba la sien con la otra mano.

-Bueno, hacemos entonces un balance positivo de la noche.- Joe seguía hablando desde detrás de la encimera, mientras fregaba y recogía todo lo que había ensuciado.- Hoy ya tienes plan.-

Mi vaso de zumo estaba casi intacto, estaba bebiendo muy lentamente. No podía quitarle los ojos de encima a Joe, llevaba un pantalón de chándal negro, y una sudadera roja con capucha, creo que era el outfit más cutre que jamás le había visto, y el que más me había gustado hasta ahora. En uno de mis últimos vistazos al culo que le hacían esos pantalones se giró bruscamente para limpiar la isleta de la cocina, y pasó. Me miró, yo sobresaltada aparté la mirada lo más rápido que pude, pero antes vi cómo se le escapaba una pequeña sonrisa. Hoy tenía un humor difícil de captar.

-¿Quién se va a despedir de mí?- Noah entraba en la cocina, soltaba la mochila en el suelo y abría los brazos.

-Iría y te daría un abrazo tío pero...- Nick se bajaba las gafas hasta la nariz y miraba lentamente a Noah.

-Adiós.- Dijo Joe mientras dejaba el trapo en la encimera y se acercaba a él. Mi corazón se paró durante unos segundos, pero permanecí viva cuando vi cómo salía por la puerta y subía los escalones de dos en dos.

Puse los ojos en blanco, me levanté y fui corriendo a la puerta de la cocina a abrazar a Noah. Le debía el favor más grande de su vida, estaría dispuesta a vender mis órganos por él. Bueno quizá sólo a vender mi colección de discos antiguos, pero lo haría. Cuando me hundí en su pecho pude percibir su olor característico, tenía como 5 botes de one million casi vacíos en su habitación de la residencia. Desde que lo conocía olía de la misma forma. Él me abrazó tan fuerte que me dejó sin respiración por 4 segundos.

-Qué bonito. Me dan ganas de vomitar.- Decía Nick.- Mierda, no es eso lo que me da ganas de vomitar.- Nick salía corriendo con las manos en la boca hacía el baño. Y ambos reíamos.

Acompañé a Noah hacia el coche. Justo cuando Noah abría la puerta del maletero para soltar el traje de chaqueta y la mochila que traía con algunas cosas más, mamá y Denisse llegaban, paraban el coche cerca nuestra y con la mano a través del cristal decían que esperásemos. Luego entraban en el garaje.

-Seguro que vienen a despedirse. Les has encantado.- Dije sonriendo.

-Le encanto a todas las madres Lauren. Es mi encanto natural.-

Y de nuevo tú- Joe Jonas. {PAUSADA}Where stories live. Discover now