21 horas

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Let estaba terriblemente cansada, el espacio que tenía para moverse era muy reducido considerando que Calius era un hombre alto y músculos como Cory.

Ella no había dejado de verlo, su parecido y diferencia con Cory era muy desconcertante. Allí abajo y con la luz artificial de la linterna su piel extremadamente blanca se había vuelto medio fantasmal, y había tan poca luz que no podía ver ni sus cejas, ni sus pestañas. A Let le parecía hermosamente curioso, como encontrar un color único y nuevo en su cartuchera.

Había sido una distracción verlo mientras acariciaba el dorso de la mano de Joana. No quería pensar en lo caliente que comenzaba a sentirse su piel simplemente por el hecho de que no podía hacer nada por ella. Pero la distracción se acabó en el momento que Calius despertó y se enfrascó en una discusión con Thalía que se dilataba a cada minuto.

Mientras más se involucraba en los problemas de Joana, Let sentía que menos se enteraba de lo que pasaba, se sentía perdida y desconcertada, pero podía reconocer la discusión de una pareja cuando la veía.

Calius era muy enfático, se había centrado en cuestionar la veracidad de Thalía y en recriminarle por desaparecer sin dejar rastro. Mientras que Thalía no paraba de asegurar que todo tenía una razón de ser y que si querían creerle o no, era decisión de cada uno.

Let se sentía como el estorbo más grande del mundo en ese momento.

Thalía le gritaba a Calius.

_ ¡Hay cosas que tuve que hacer. Y tú testarudez no me deja explicarlas!

Calius le gritaba a Thalía.

_ ¡Las excusa que tengas no nos sacará de aquí!

Llegó un momento en que las palabras de Calius y Thalía se mezclaban en una cacofonía que exasperaba a Let.

Había cosas importantes sucediendo y ellos solo discutían por cosas del pasado.

Aparentemente Thalía le había mentido tanto a Calius que él había perdido la confianza en ella y aparentemente en sí mismo.

Let acariciaba distraídamente la mano de Joana, era lo único que podía ver de ella. El espacio era demasiado reducido como para agacharse e internar verla. Era demasiado consciente de su tacto, al punto que ni todos los gritos del mundo pudieron distraerla de la tensión repentina de los músculos de su mano.

_Jo_ murmuro Let.

Joana había sido muy enfática en su rechazo por un apodo y Let espero una respuesta inmediata de su parte.

Pero no llego.

_ ¡Ya cállense!_ exigió Let.

Calius y Thalía la miraron extrañados, como si hasta ese momento no se hubiesen dado cuenta de que estaba allí.

Hora Roja (Trilogía Fantasma libro 3)Where stories live. Discover now