17 horas

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_ ¿Te acuerdas de cuando le tiramos un balde de pintura azul a Calius porque queríamos que fuera un pitufo?

Camel sentí la garganta seca y todo el cuerpo se quejaba de estar en la misma posición y de la falta de agua.

Aunque tenía algo de espacio para estirarse no quería moverse y que eso afectará la cabeza de Cero.

Pero hacía horas que no soportaba el silencio.

De los cuatro Camel siempre era el más ruidoso, incluso más que Cory. A él le molestaba tanto el silencio que incluso dormía reproduciendo a volumen bajo una canción de cuna.

_Calius se molestó tanto que nos persiguió por todo el jardín. Pero a ti no te atrapo. Eres un idiota pero corres rápido. Aunque sin duda mamá estuvo más molesta que Calius por el desastre.

Camel se tomó un momento para respirar. La mención de su madre siempre lograba arrebatarle el aliento. Como si necesitase de todas sus fuerzas para nombrarla y al terminar necesitaba cobrarlas. En ese momento no quería pensar en sus hermanos y su novia, sentía que no tendría fuerzas para nada si se ponía a pensar.

_Mamá... Mamá nos está cuidando lo sé.

Camel quería, con todas sus fuerzas, que eso fuese una arrebatadora e inequívoca verdad.

_ ¿Qué crees que diría de la aparición de Thalía?_ pregunto Camel aunque sabía que no iba a tener una respuesta distinta a la suya _Seguramente le diría a Calius que no confíe en nada de lo que diga. Que es una mentirosa de primera línea.

Camel dio un suspiro pesado y dramático, como lo solía hacer cuando tenía algo importante que decir y quería hacerse del rogar.

_La verdad sí, creo que Thalía tiene cierto talento para la mentira. Pero no creo que sea suficientemente desinteresada como para meterse en un edificio a punto de explotar si no tiene una gran verdad que decir.

Camel movió los dedos, sobre el rostro de Cero. La sangre se había secado y le dejó una capa rugosa sobre su piel. Busco su nariz y luego sintió su respiración, había notado que se volvía menos superficial, como si el pecho de Cero estuviese tomando aire con más fuerza. Camel no sabía si eso era bueno o malo, pero prefiero creer que era bueno.

***

Let aún podía escuchar el eco del grito de Joana, después de eso nadie había dicho nada más, nadie se había atrevido. El silencio la dejaba escuchar la respiración de Joana, era tranquila y pausada pero Let la sentía como si el sonido fuese una espada retorciéndose en su cuerpo.

Thalía miraba a Let, lo único que podía hacer era acariciar la mano Joana, parecía que su grito le había robado la voz. Luego miro la pantalla de su radio, ella estaba segura que la hora estaba mal y no tenía forma de rectificarla. La paciencia jamás había sido lo suyo y se sentía preocupada, Elegante le había dicho que Joana era la más competente de todos, la inteligente, la que miraba el mundo de forma diferente y hasta ese momento no se sentía nada segura con respecto a la lucidez de Joana.

_ ¿Joana? Tienes que...

_ ¡No!

Calius y Thalía no conocían a Let, y tampoco le interesaba mucho. El único propósito que ambos veían para que ella estuviese allí era que era el interés amoroso de Joana. Su única utilidad era centrar a Joana.

De alguna forma Let había hablado con una voz que no era la suya, el tono fue fuerte, autoritario, como si quisiese que solo su voz bastase para golpear a alguien.

_Scarlet, comprendo que no entiendas todo lo que sucede y que estás preocupada por Joana pero...

_ ¡No!

Hora Roja (Trilogía Fantasma libro 3)Where stories live. Discover now