Hora Roja (Trilogía Fantasma libro 3)

Hora del Ocaso

Joana sentía el agua como una especie de trance, cuando estaba en la ducha se sentía más limpia, menos brumosa y oscura. Escucho la puerta del baño abrirse, sabía que Let iba tarde a la universidad.

Desde que vivían en un apartamento solía llegar tarde casi que a cualquier lado. Joana se recordó la idea de adelantar los relojes 30 minutos sin decirle nada y concluyo que debía hacerlo antes de ir por Harry.

Escucho a Let tomar su perfume de vainilla y echárselo, había veces que no le gustaba porque Harry solía confundirlas por el olor, pero ya se había resignado a que Let oliese a ella, siempre le decía que solía sentirse segura con su perfume.

_Olivia llamó dijo que fueras a almorzar a la universidad.

_ ¿Por qué?

Joana decidió que era suficiente agua por un día y se envolvió en su toalla bajo la mirada de Let.

_Claro porque a Olivia le encanta hablar conmigo y decírmelo todo. Aunque si te recomiendo que no te esfuerces en llegar a tiempo, hoy es el último día para salvar el semestre_ bufo Let.

Desde hace un tiempo Let comenzaba a recuperar su humor. Las terapias que ambas habían decidido hacer las habían ayudado, a Let a no sentirse culpable y a Joana a dejar de imaginar a Patrick y disminuir considerablemente sus ataques de pánico.

Pero aun así, Let había dejado que algo muriera esa noche, algo demasiado esencial para ella que hacía que ya no se sonrojara tan fácilmente, que hacía que sus sonrisas fuesen más privadas y contadas.

Joana había tenido que aprender a vivir con esa nueva Let. Había veces que sentía miedo de no volverla a ver sonreír.

Vestía una camisa morada, una falda café y zapatillas amarillas. Desde hace meses sus combinaciones de ropa eran extrañas, como si ella misma no supiera como sentirse. Pero siempre llevaba algo amarillo. Let no estaba dispuesta a renunciar a toda su alegría, no cuando podía abrazar a Joana en las noches y se susurraban que se amaban, no cuando su hermana le chillaba al oído todas las veces que Harry derramaba su vaso en la mesa, no cuando su madre la había dejado tranquila con su relación, y por supuesto no mientras tuviese oxígeno en su cuerpo.

_ ¿Y tú salvas el semestre?_ inquirió Joana.

_Mayor éxito tendría soñando con un mañana.

Joana le dio un beso corto en los labios. Lo suficiente para recordar su sabor por el resto del día.

Las terapias habían ayudado a Joana a no tener pesadillas, a sentir que merecía los abrazos de Harry, los besos de Let, las sonrisas de Olivia, pero aún se sentía pesada, como si tuviera una capa de tierra sobre la piel y nada podía quitárselo.

Let sujeto el borde de su toalla y tiro con fuerza hacia ella. Let jamás se conformaba con los besos simples.

_Vas a llegar tarde_ le murmuro Joana mordiendo el borde de su labio.