Capitulo 1

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MADDI

 Me pregunto si alguno de estos secretos del castillo es verdad, hasta ahora todos los que había probado eran una  mentira gigante y todo había terminado conmigo castigada, sin poder salir de mis aposentos....

-Princesa Maddison, su madre, la reina quiere verla y esta muy molesta asi que será mejor que vaya ahora mismo- dijo Ophelia, mi mucama, haciendo una reverencia.

-Claro, pero Ophelia, que hablamos de las reverencias? - pregunte amablemente
-Ya se que usted no quiere que haga reverencias pero soy su mucama y su madre insiste en que las realice - dijo Ophelia amablemente.
-Bueno que quede entre tu y yo no mas reverencias - dije a Ophelia - Es mejor que me vaya, y mas si mi madre esta enojada - dije echando a andar.

Salí de mis aposentos y subí la hermosa escalera de caracol de mármol blanco hacia los aposentos de mis padres, "los reyes".  Su cuarto tenía varios  estantes con libros, una cama enorme con una colcha blanco marfil y una cabecera blanca muy elegante. El closet de mi madre casi parecía una plaza y también había una sala con una mesa de te, una mesa de billar y un cuarto para sus gatos . Me dirigí hacia la sala y ellos ya estaban esperándome, sentados en un sillón azul rey.

-Maddison Emberlyn Lillian Miller que te pensabas que estabas haciendo husmeando en la sala de trono? - Preguntó mi madre molesta
<<Que le sucede porque siempre me habla así?.>>
-A que te refieres exactamente?-pregunte haciéndome la inocente y entornando los ojos.

<<Claro que sabía a que se refería pero no quería hablar con ella y tampoco quería que me hicieran mas preguntas.>>

-A que ayer por la tarde durante la hora del té en la cual dijiste que no querías asistir bajaste a la sala del trono y comenzaste a jugar con las cosas que había ahí- dijo mi madre molesta -Sabes cuantas cosas de valor hay en esa sala? Muchas-dijo indignada.

<<Ok mi madre no era tonta pero si era grosera y por mas que hacia cosas para complacerla nada lo lograba.>>

-Yo no hice tal cosa-dije indignada
-Si me llego a enterar Maddison Ember....- dijo pero fue interrumpida por mi padre.
-Digamosle la otra noticia dijo mi padre 
-Que otra noticia?-pregunté guardándome la sonrisa por haber cambiado de conversación.
-Tu madre y yo saldremos de viaje al anochecer para aclarar unos asuntos reales, volveremos mañana al anochecer- me informó mi padre seriamente.
-Claro, esta bien-dije con cara de "me da igual". -Me puedo retirar?-pregunté algo desesperada por volver a mi libro.
-Si-respondieron ambos -Pero nada de husmear las cosas de valor- añadió mi madre severamente.

Me retiré sin decir nada. Subí tres pisos de escaleras de mármol blanco y me dirigí a mis aposentos. Mi puerta estaba decorada con detalles florales en oro, mi cama muy grande con una colcha blanca con impresiones de plantas y flores, igual que las almohadas, solo había una con un honguito rojo en el centro. Tenia un closet tan grande como una tienda, una sala con mesa para el te, un escritorio con velas, joyería y cristales. Posters de hongos, plantas y mariposas, una cómoda con una lampara, un espejo en tonos dorados, un librero lleno de mis libros favoritos, y un sillón pegado a mi ventana. En cuanto me agache para quitarme los zapatos llego corriendo mi perrita Oreo y se abalanzo sobre mi y comenzó a lamer mi cara. Era una Pomerania blanca muy bonita.

Me senté en el sillón pegado a mi ventana abrí mi libro subí a Oreo conmigo y me puse a leer con Oreo acurrucada en mi pierna. Después de un rato oí el carruaje partir mis padres se habían ido, era mi momento para ir a buscar otro supuesto secreto.

Salí de mi habitación casi corriendo y baje las escaleras muy deprisa, me dirigí a la biblioteca y comencé a buscar un libro verde pastel con flores rosas. Entre todos esos libros, sería difícil de encontrar pero yo juraba haberlo visto antes. Busque y busque y después de unos minutos lo encontré. ¡Lo sabia! Sabia que lo había visto!, tire de el un poco hacia adelante y luego empuje un poco hacia atrás. Un pedazo de librero se abrió. Era una puerta totalmente imperceptible, entré y había una habitación hermosa con luces y una cama con flores rosas y blancas, un escritorio, y un librero, pero estaba todo tan polvoriento, que parecía que nadie había entrado en años.

En uno de los cajones de los escritorios había una mapa que llevaba hacia el bosque. No tenía idea de adonde, solo tenia una inscripción que decía; "si necesitas un lugar seguro, sigue el mapa, al llegar al lugar solo se les aparecerá a las personas que realmente estén en peligro...."
Tomé el mapa salí de la habitación y me aseguré de que estuviera bien cerrada. Salí de la biblioteca y me dirigí a mis aposentos.

Me puse a leer mi libro y comencé anotar lo que sabia de los secretos, ósea que todos eran mentira menos uno. O tal vez otras princesas de otros reinos tuvieran los demás secretos, ya que en el libro no especificaba en que reino estaba cada uno. Estaba tan concentrada, que no me di cuenta que un hombre con capucha negra que me despertaba mucha desconfianza entro a mis aposentos.

-¿Quién eres?-pregunté asustada.
No respondió.
<<Dios santo eso me pasa por estar tan concentrada debo poner mas atención.>>
-Oh, pobre princesita indefensa, tan asustada-dijo maliciosamente el hombre.

En ese momento algo se activo dentro de mi eso que siempre se activa cuando estoy en peligro: mi instinto asesino. Lo examine y no llevaba armas, examine mis posibles rutas de escape todo eso en un repaso mental que solo duró 3 segundos en mi cabeza.

-Tienes razón en algo soy una princesa pero también estas mal en algo no soy indefensa- dije tomando rápidamente la daga que siempre llevo en la parte de atrás de mi cinturón y use mis poderes de fuego para prender mi mano en llamas. No me quemaba, el fuego no me hacia nada porque era una hada del fuego.
-Si te mueves te prendo en llamas o te entierro la daga - dije intimidante.

El hombre salió de mis aposentos corriendo se dirigía a la entrada, abrí mi ventana mi caballo estaba justo ahí abajo, así que me avente y caí sentada en el caballo. No me dolió por toda la adrenalina por la que estaba pasando, tome mi arco que estaba posicionado al lado del caballo, saque el mapa que había metido en mi corsé y me encaminé a aquel lugar.
Llegue y era una casa del árbol increíblemente bonita y como si la veía significaba que estaba en peligro lo cual era verdad, vi que había un cuaderno en el que se escribió "un mal acecha, y es tu misión descifrar como detenerlo", el corazón me dio un vuelco. Lo que estaba escrito se borro y apareció otra frase "busca a las otras PASH, BUSCALAS" eso no tenía sentido yo era la única , había otras princesas y también había otras hadas, pero no tenían instintos de asesina ni eran semidiosas de su reino. Según mis padres yo era una "especie única", nadie mas tenia mis instintos de asesina, ni era semidiosa de un reino y menos las cuatro cosas juntas, que conforman las especie que yo llame PASH ya que el nombre oficial era muy difícil, eran las personas que eran princesas, con poderes de hada, instintos de asesina y semidiosas de un reino y justo por eso no temía al pelear. Yo sabía que era peligrosa, pero lo que en realidad me asustaba, era no saber controlar mi oscuridad interior y lastimar a un ser querido.

Ya me había pasado antes. Mi diseñadora de vestuario real, Celia, me había hecho enojar y desesperar tanto, que me descontrolé y le encaje una aguja y termine incendiando el vestido.

Estuve en esa casa unas horas hasta que me pareció apropiado regresar al castillo. Regrese, y me quede en la habitación de la biblioteca ya que me parecía el lugar mas seguro. De todos modos no me daba miedo pelear..

Bosque de misterio y realezaМесто, где живут истории. Откройте их для себя