I

477 36 35
                                    

Londres, 1857

Emociones sin freno siento muy dentro de mi con el pasar de los días,las semanas,los meses,los años.... Tener el futuro pre visto y que a cada segundo te lo hagan saber con cada uno de los entrenamientos, es frustrante. Pero debo esforzarme, debo mantener mi postura y no dar de qué hablar. Seguir el reglamento al pie de la letra es una de mis tantas capacidades, como debe de ser.

— Anatsha—exclama nuestra madre Voluiny— Valla con vuestras hermanas al jardín y esperadme allí, os tengo que dar una gran noticia.

Asiento con la cabeza y bajo la misma al pasar a su lado como acto de respeto. La española no es mi madre biológica, pero me ha inculcado valores, me ha cuidado, me ha dado de comer y me ha apañado bajo su techo por dieciséis largos años, supongo que después de todo,madre no es la que engendra sino la que está a tu lado mientras dejas tu niñes para convertirte en toda una señorita. Londres,donde ahora me encuentro, no es mi país natal. Nací en Rusia, en otro internado, la persona que me trajo al mundo fue condenada a muerte justo después de darme a luz por desacato a una de las más importantes leyes. En esta sociedad las mujeres somos las menos tomadas en cuenta. Debemos, no, tenemos que doblegarnos ante los crueles hombres que abundan en la tierra.

—¿Otra vez perdida entre tus pensamientos, Anatsha?—Esa voz masculina que de tan sólo escucharla provoca estragos en mí, vuelve ha hablarme a través de la gran puerta de madera que nos separa y me pregunto. ¿Cómo sabrá que era yo la que caminaba por los pasillos?—Sé lo que estás pensando, puedo ver tu cara de confusión. La puerta está semi-abierta, Anatsha— cada vez que pronuncia mi nombre lo hace de forma lenta, en un tono bajo que se podría acusar hasta de seducción, se deleita con cada una de las siglas que lo componen— Oh Anatsha, ¿cuándo me dejarás verte de cerca?.

Abro los ojos a más no poder. La sorpresa se desborda en mi interior. Esto es un descaro de su parte, una falta de respeto gravísima que si estuviera entre mis posibilidades, no dejaría pasar. Me ha ofrecido entrar a sus aposentos.¿Es qué acaso está loco? Yo jamás seguiría los pasos de mi madre biológica, esa, que a pesar de que le agradezco desde el fondo de mi corazón por darme la vida y le rezo a dios todas las noches para que la tenga en su santa gloria y perdone sus pecados, no deja de ser un mal ejemplo para mi personalidad intelectual.

Continúo mi camino hacia el jardín con mis hermanas haciendo caso omiso a lo que acaba de ocurrir. Me pego a una de las paredes rocosas que conforman el lado izquierdo del gran internado para sentir el frío de las piedras bajo mis dedos. Es un acto que provoca paz a mi pequeño y delgado cuerpo. El viento despeina los mechones traviesos de mi cabello azabache que escapan de la trenza perfectamente tejida por Aneilkan, mi hermana mayor. La poderosa brisa se filtra a través de los semi-muros a mi derecha ya que son lo único que abarca esta parte, es decir, el resto de lo que debería ser una pared, queda al aire libre, dejando así que la luz penetre en el interior y le de una vista menos lúgubre al lugar.
El silencio se esfuma cuando me encuentro a unos pasos de las grandes escaleras que descienden para conducirme al jardín donde están todas charlando. Cuando pongo un pie sobre el pasto, voltean a verme y me regalan una sonrisa en forma de saludo que yo con gusto les devuelvo. Observo sus sencillos vestidos que se estrechan en su torso y se ensanchan después de la cadera, los mismos cuentan con un largo que roza el suelo, de mangas blancas largas y el resto del atuendo color veitch. Es hermosa la vista. Esta es mi verdadera familia. Somos diez hermanas y nuestra madre Voluiny, una pequeña congregación para un tan grande hogar.
—Anielkan: Nacida en Inglaterra el 19 de octubre de 1832. Piel clara, ojos café ,nariz aguileña, largas pestañas, cuerpo ligeramente voluptuoso, notablemente alta,labios delgados, de cabello liso y rubio que le llega poco más abajo de sus hombros.Cuenta con veinticinco años de edad y está aquí desde los veinte. Nos acompaña ya que la hallaron en medio del bosque y por desgracia había perdido la memoria. A mi parecer eso es algo horrible y más por el futuro que le espera, porque de haber tenido una familia, no se viera obligada a esto, aunque ella parece muy feliz al respecto.
— Valentina: Nacionalidad española, nació el 27 de febrero de 1834, 23 años de edad. Trigueña, delgada pero con marcadas curvas, ojos verdes esmeralda, estatura media, nariz algo grande, pestañas cortas y algo separadas, labios gruesos,cabello castaño claro rodeando lo rubio a la altura de su cuello. Está aquí desde, bueno, en realidad creo que lleva toda su vida en el internado porque desde que tengo uso de razón la recuerdo correr por los pasillos dando problemas, siempre tan divertida y espontánea. Muy diferente a Anielkan.
—Azahara: Nacionalidad africana, nació el 3 de julio de 1836. Veintiún años, piel oscura, ojos grandes color avellana, nariz pequeña, labios gruesos, pestañas cortas y negras como la noche, baja de estatura, cuerpo notablemente voluptuoso y cabello afro oscuro a medias de su espalda. Desde sus 15 años nos acompaña. Escapó de su casa porque su padre asesinó embriagado a su madre e intentó hacer lo mismo con ella. Hoy en día ese horrible señor se encuentra por ahí libre, caminando como si nada, porque por desgracia esta es la monarquía en la que nos ha tocado vivir, una en la que las mujeres no tienen ni voz ni voto. Lo máximo que le pudieron ofrecer fue este camino o regresar con su padre, a lo cual muy segura eligió la nueva oportunidad de vida que se la planteó.
—Olleb: Nació en la India el 13 de enero de 1837 y cuenta con veinte años. Su piel es canela y sus ojos de un negro tan profundo que puedes perderte en ellos por incontables horas. Es delgada, bastante. Una que otra costilla se le hace de notar y todo porque esta pobre chica a sufrido mucho. Con tan sólo trece años perdió a toda su familia quedando vivas ella y su hermana mayor Manihg que a duras penas, en este mundo de machos, la sacó adelante y vendió su cuerpo para poner comida en la boca de su pequeña. Cuando Olleb cumplió dieciocho, justo el día de su santo, Manihg fue atacada por unos rufianes borrachos que salían de una vieja taberna. La violaron, la saquearon y la asesinaron a sangre fría sin ningún tipo de remordimiento. Lo peor de todo es que su misma hermana fue quien la encontró en ese estado cuando acudió a su búsqueda y el trauma de presenciar tal escena, la ha dejado en un transe del que poco a poco y con nuestra ayuda, ha salido adelante pero que aún se mantiene vivo en su interior. A los diecinueve fue trasladada a este internado y desde hace un año está a nuestro lado. Sus pestañas son largas, su nariz es perfilada, cuenta con una pequeña y delgada boca. Sus facciones son largas y perfiladas haciendo juego con el resto de su cuerpo, el cabello le cae como cascada hasta poco más arriba de su espalda baja y es tan alta, o quizás un poco más que Anielkan.
—Shijari: Japonesa, nació el 31 de mayo de 1838. Diecinueve años, nariz tremendamente pequeña, peso promedio, largas y separadas pestañas, cabello castaño oscuro a la altura su mandíbula, labio inferior grueso y superior ligeramente delgado, estatura pequeña, piel blanca muy similar a la mía, ojos pequeños que parecen delineados por su moldura tan hermosa y de color café oscuro. De ella no se mucho, por no decir que no sé nada. Llegó hace tres meses y no es muy sociable. A pesar de notar su carácter me acerqué, porque como ya he dicho antes, esta es mi familia. Nunca me cuenta de su pasado, sólo se acuesta a mi lado incontables noches mientras me abraza y llora abiertamente. No pregunto, la dejo desahogarse hasta más no poder, porque para mi el simple hecho de que me otorgue la confianza de verla tan frágil, de ver a través de esa caparazón duro que muestra a los demás, es suficiente.
—Zoned y Voulned: son gemelas francesas que nacieron el 12 de agosto de 1838 y al igual que Shijari, cuentan con diecinueve años. Sus cabellos son de un rojo tan intenso como la sangre y sus ojos tan grisáceos como el cielo nublado, de pestañas cortas y del mismo color de sus melenas, nariz larga y perfilada, labios gruesos y rosados, altas y delgadas. Frágiles como un ebrio ante los rayos del sol, pero más astutas que el mismísimo diablo. De ellas si me permito decir que no se absolutamente nada. Están aquí desde los diez años y sus secretos se lo reservan entre ellas. Aunque tenemos una confianza extensa para comentar los aclamados "cotilleos" que a ellas tanto les fascinan y es por ello, nuestra hermandad.
—Lila: Londinense, nacida el 5 de septiembre de 1939. Dieciocho años, albina, poco agraciada por así decirlo, cabello lacio más arriba de la mitad de su espalda, estatura estándar, pestañas largas que por su color casi blanco no se distinguen mucho, labios delgados , de nariz larga y algo ancha. Lleva aquí toda su vida ya que es hija de una de las tantas muchachas de la servidumbre que antes trabajaban con nosotros —y por alguna extraña razón ya no—que se embarazó de un panadero, pero nunca se supo de cuál ya que murió al dar a luz a la pequeña, así que no hay mucho que decir.
—Dina: Nacida en París Francia, pero al ser su madre española, no decidió bautizarla con lo que llamaba nombres "demasiado raros y complicados". Es mi mejor amiga por así decirlo, mi hermana favorita. Tienen unos cuantos kilitos de alegría, es tremendamente baja,sus cachetes rosados y regordetes le brindan una ternura inigualable de la cual no carece para nada. Es una chica noble de diecisiete años—este año si dios lo permite dieciocho—y al su despistada primogénita no recordar el día en que nació específicamente, decidimos darle de cumpleaños el siete de diciembre. Mi querida Dina es sobrina de Voluiny y no pertenecía a este legado, sino que ayudaba a su madre que era la ama de llaves de nuestro hogar. Por desgracia la señora Milena murió cuando la chica tenía catorce de leucemia y no fue nada fácil para ninguna de nosotras que la amamos aún como una segunda madre... menos para la pobre Dina que aún se le escucha llorar por los pasillos. De su padre nunca se supo nada, pues su progenitora nos contaba de cómo se enamoraron perdidamente en París cuando ella trabajaba en la servidumbre de una gran familia adinerada. Quisieron escapar juntos pero fueron descubiertos a medio acto. A ella la echaron y justo después de dar a luz fue deportada a su país natal. Mientras que al chico se lo llevaron a quien sabe donde a ocupar su labor de conde. Mi hermana favorita cuenta con pestañas largas, labios gruesos y nariz pequeña. Su cabello destaca entre los demás ya que es único que cae en alocados rizos sobre su espalda baja, el mismo tiene un color oscuro rozando lo negro, sus ojos son del azul intenso del mar, según Milena, los heredó de su apuesto padre y su piel es trigueña.

Y por último estoy yo, Anatsha. Cómo ya mencioné nací en Rusia el 13 de abril de 1840. Cuento con dieciséis años ,que dentro de unos meses, si está en mis planes de vida, este número aumentará a diecisiete. Mi cabello es tan negro como el azabache, como la mismísima noche oscura y sin luna y tal largo que llega a la mitad de mis muslos, liso y suave como la seda, soy de tez  blanca pálida y mis ojos de un son de un marrón tan claro que roza lo amarillo, mis mejillas siempre se mantienen ruborizadas y más en los días de bajas temperaturas. Mis labios son gruesos y de un rojo aún más intenso que las melenas de las gemelas, soy de estatura bastante baja y delgada, con una cintura pequeña, pocos senos, muslos y pantorrillas de peso promedio, brazos largos que suelo comparar con espaguetis al igual que mis dedos adornados por unas uñas limpias y perfectamente cortadas. Mi carácter es la mayoría del tiempo serio y correcto. Suelo divertirme pero con precaución y sé que todo tiene un límite que no me atrevería jamás a cruzar. Mi lado divertido y carismático sale a luz cuando estoy con Dina, Zoned y Voulned, pero es apagado de inmediato cuando la presencia de nuestra hermana mayor se hace notar. Le tengo un respeto y admiración inmenso. Deseo perfeccionar mi rutina al igual que ella y ser un ejemplo a seguir por las que vengan más tarde a seguir esta camino, a tener este futuro....Mi historia es bastante corta y simple, o bueno, no tan simple pero sí dolorosa y es una muestra más de que debo continuar con el legado que me ha sido otorgado.
Voluiny se encontraba en Rusia cuando mi madre me trajo al mundo y antes de que la susodicha fuese decapitada, le pidió, más bien, le rogó para que me llevase con ella —o al menos eso dice Voluiny— Erlind, se enamoró perdidamente de Rekindled, mi padre, quien se preparaba para ser rey mientras que ella, para ser esclava amorosa y por desgracia para ambos, no de él. Su amor creció hasta que muestra de ello fue la pequeña criatura que crecía en su vientre. Una vez fueron descubiertos, ella fue condenada a muerte y Rekindled sin saber que había dejado huellas de su amor esparcidas por el útero de Erlind, se suicidó incapaz de soportar la pérdida de la única persona que amaría por toda la eternidad. Mi nariz pequeña se llena de mucosa con facilidad cada vez que lloro en silencio pensando en cómo hubiese sido mi vida de no existir esas leyes tan atroces, me enfurece desanimado que se me dificulte el respirar tan fácilmente y a veces deseaba tenerla aguileña como Anielka o larga y perfilada como las gemelas, pero he aprendido a amarme como soy con el pasar de los años. Y es por eso, porque me amo y porque sé lo que valgo, que en lo muy profundo de mi interior, me niego a ser una esclava amorosa.

 Y es por eso, porque me amo y porque sé lo que valgo, que en lo muy profundo de mi interior, me niego a ser una esclava amorosa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Heyyyy, cómo estannn. Bueno para serles sincera, este es el capítulo más largo que he escrito en toda mi vida, me he dejado llevar y simplemente las palabras aumentaron sin necesidad de fijarme en el número hasta que llegase a 1000 o unas pocas más que es como suelo escribir. Con esto he llegado a la conclusión de que de verdad me encanta un montón este libro y estoy ansiosa por compartirles las emociones de nuestra pequeña Anatsha y sus hermanas (porque algunos capítulos van a ser narrados por ellas, pequeño spoiler). Estoy súper emocionada porque me encanta plasmar la inocencia de parte de las jóvenes en aquellas épocas y aunque lo que aquí se narra es creado por mi imaginación, todos sabemos que en ese entonces, por desgracia, las mujeres sí sufrían de tales formas. Y bueno ya, que me extiendo jeje.

Pd/Olleb se lee exactamente como se escribe.

Déjenme saber por acá cuál es su hermana favorita hasta el momento :D

A la 1:30 Where stories live. Discover now