IV

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Estaremos ensayando el vals puesto que mañana, se llevará a cabo algo nuevo para las esclavas amorosas. Un evento al que desde que estoy en esta labor, no he asistido por años. UN BAILE REAL...

Las palabras no dejaban de repetirse en mi cabeza. Esto nunca había ocurrido. ¿Por qué ahora?

La voz de Shijari me trajo de vuelta a la realidad, la miré desconcertada y con los ojos bien abiertos haciendo que mis mejillas se encendieran de la vergüenza por no prestarle atención.

—¿Anatsha me estás escuchando?—demandó en un susurro.

—Perdona ¿qué has dicho?— pregunté en el mismo tono.

—Te he preguntado si tienes algún plan para que el príncipe que te gusta te elija como su pareja del baile.

—No entiendo...— dejé la fase en el aire demasiado aturdida ¿el príncipe que me gusta? ¡Pero si ni he visto sus caras!

—Cariño, los príncipes elegirán a su chica, sabes que los hombres y más si son de la realeza tienen el máximo poder...

—Lo sé. Pero aún no te comprendo del todo ¿Acaso ustedes idearon algún malévolo plan del que no estoy al tanto para conseguir su cometido?—pregunté con burla.

Una sonrisa bailo en sus tiernos labios e iba a responderme pero el sonido de las grandes puertas abriéndose desvío nuestra atención. Un grupo de apuestos chicos inundaron la sala y de inmediato mi corazón comenzó a latir desembocando un sin fin de nervios. A medida que se acercaban mis piernas se volvían gelatina, las manos me sudaban y la posición correcta y formal que debía mantener en todo momento comenzaba a flaquear. ¿Estará él entre ellos? <<claro tonta es un príncipe también, aunque sabes que esa no es la pregunta que quieres hacer>> no sé porque me siento loca, en realidad si sé ¡Acabo de hablar con mi propia consciencia!. Definitivamente ya perdí los estribos, aunque...  tenía razón la verdadera pregunta que me estaba haciendo desde que Shijari me comentó cómo sería las cosas era ¿Me escogerá a mi?. NONONO, tonta Anatsha ¿Pero que estoy pensando? El está COMPROMETIDO.

—¡¿Anatsha?!— pronuncia una voz masculina frente a mi ,al parecer, no por primera vez.

Levanto la mirada del suelo enseguida al reconocer ese tono tan... <<sexy >> diferente conciencia D-I-F-E-R-E-N-T-E y mi respiración se corta de golpe dándole paso a un rubor demasiado innecesario y vergonzoso sumándole un balbuceo que me hace temblar más de los nervios. Sus ojos son como dos copos de nieve pero mantienen una tonalidad oscura en el fondo como un océano sin fin. No logro definir totalmente el color que lo caracteriza, un cielo celeste y a la vez cargado de un gris tormenta. El cabello  corto pero voluptuoso le cae a los lados de su cara y ese color castaño claro con pequeñas mechas obviamente naturales y extraordinarias rubias tal cuales los rayos del sol, lo hace parecer todo un ángel, eso, sin mencionar las casi imperceptibles pecas que adornan parte de su nariz y pómulos. Pero no, este chico es de todo menos un ángel, la sonrisa ladeada y maliciosa que se forma en sus carnosos y rosados labios cuando los tuerce mientras me mira de pies a cabeza confirma mi teoría. Se me eriza todos los vellos que conforman mi piel cuando toca la punta de mis dedos para entrelazar nuestras manos, pero comienzo a desfallecer cuando con su otro brazo rodea mi cintura y me acerca a su cuerpo.
Siento un codeo en mis costillas y cuando volteo la cara observo a Zouned que me regala una sonrisa cómplice mientras baja y sube las cejas con demasiada picardía para mi gusto.

El príncipe Shainen no menciona una palabra y se mantiene en la misma posición suprimiendo una carcajada que no aguanta más cuando la canción que nos pondrá a bailar suena y se gana el pisotón del año. ¡Que me trague la tierra y me escupa en la tumba de mi difunda madre si es que tiene!. Cuando logra calmarse tras recibir la mirada asesina de Voluiny me observa con ternura y susurra.

A la 1:30 Where stories live. Discover now